Hojas quemadas y corazones ennegrecidos son los síntomas de la ‘plaga’ gélida que está castigando las alcachofas del Valle del Guadalentín. «Están inservibles para todo», se lamentaba el miércoles el presidente de Coag, Miguel Padilla, al comprobar el panorama que había dejado la última helada en su finca de ‘alcaciles’ del paraje lorquino del Salar.
«El termómetro ha marcado menos dos grados centígrados». Padilla señalaba la diputación de Cazalla y las pedanías del Campillo y La Hoya como las que más están sufriendo los efectos de la masa de aire frío que, según la Aemet, está provocando que se ‘hielen’ los termómetros. «He perdido ya el 45% de mi producción», calculaba Padilla sobre los daños que ha sufrido en su finca. «Si no recupero las matas para marzo, mis pérdidas se elevarán al 80%».
El panorama que presenta este producto en explotaciones de Lorca y el Campo de Cartagena provocará una merma de las existencias en fresco disponibles para las plazas de abastos de la Región. «Habrá un 30% menos de alcachofas», estimaba Padilla.
UPA exige a los distribuidores que «no hagan su agosto con los precios en diciembre»
Los agricultores cuya producción presente hojas quemadas se verán obligados a destinarla a conservas, en el sector industrial, y los que tengan el corazón de la alcachofa tocado tendrán que deshacerse de ella.
«En Balsapintada y Valladolises se han registrado menos cuatro grados; solo se han salvado las explotaciones más pegadas a la costa», exponía Vicente Carrión, presidente de Coag en el Campo de Cartagena. «Toda hortaliza sufrirá un repunte de precios», avanzaba para ‘La Verdad’. «Es posible que algunos cultivos, como el brócoli, suban un 50%». Esto supondría que su coste se eleve aproximadamente de 15 céntimos/kilo a 90 céntimos/kilo.
«El precio de la lechuga también podría subir un 10%». Esto significaría que la caja pasaría de pagarse de 2,50 euros a 4 euros. Para lo que queda de semana, la Aemet prevé nuevas heladas y el campo no podrá defenderse porque la única medida que pueden adoptar es regar las explotaciones. «Y no podemos hacerlo por la escasez de agua», apuntaba Carrión como otro problema más del sector.
En el Campillo, Cazaya y La Hoya el frío también está deteriorando algunas hojas de coliflor.Si los termómetros siguen registrando más noches bajo cero, UPA alerta de que también podrían verse afectados limones, naranjas, pimientos, habas y apio. De hecho, en municipios como Archena, Blanca y Abarán ya están en alerta. «El frío ha pegado duro en el Valle del Guadalentín y el Campo de Cartagena», resumía el secretario general de UPA, Marcos Alarcón. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región (UPA) coincidía con Coag en vaticinar que «van a escasear los productos y se producirá un encarecimiento. Habrá mermas de producción de alcachofa y lechuga del 30%».
Alarcón hacía el miércoles un llamamiento a los distribuidores «para que los especuladores no hagan su agosto en diciembre con los precios».
El único efecto positivo del frío, resaltaba UPA, «se está viviendo en los frutales y viñedos, porque está favoreciendo su ciclo natural de desinfección y desinsección». En el plano administrativo, las heladas de esta semana han vuelto a poner de manifiesto el malestar del sector con la política de seguros agrarios. «El brócoli tiene un nivel muy bajo de aseguramiento porque tiene franquicias altas; el Ministerio y la Consejería de Agricultura lo que tienen que hacer es dejar de reducir las subvenciones a los seguros agrarios y aportar más financiación a las pólizas».
Fuente: Laverdad.es