Estamos ya en otoño y con él se inicia una nueva campaña de cítricos, con la incertidumbre de cómo se va a desarrollar este ejercicio.
Según las primeras previsiones será una campaña con menor producción sobre todo en variedades precoces, en el caso de mandarinas, naranjas y satsumas—, será del 20% interanual. Esto es una buena noticia, ¡pero qué triste que de una mala noticia desde un punto de vista productivo, se desencadene una buena noticia comercial! ¿Y por qué? Pues porque en el mercado no habrá exceso de producto, pero estará suficientemente abastecido, por lo que se espera que los precios sean por los menos correctos y ayudarán al sector a superar estos últimos años de poca rentabilidad.
Los cítricos, el producto hortofrutícola español por antonomasia, es el que mayor rentabilidad pierde año tras año y el sector no consigue poner en valor esta fruta, que es la preferida en esta época, pero que sin embargo se está utilizando únicamente para hacer zumos y como fuente de vitaminas para prevenir enfermedades propias del invierno. Se ha perdido el disfrutar de una buena naranja y con ello el valor en precio.
Como dato positivo, el año pasado se exportaron más de 4 millones de toneladas, una cifra récord para el sector. Se venden, de eso no tenemos duda, pero a qué precio y con qué valor. No hay rentabilidad para el agricultor y eso es lo que hay que empezar a cambiar y para ello el sector debe trabajar en innovación en todos los procesos productivos y de comercialización, sin ello no será posible un futuro para este cultivo.
