El cambio es inevitable
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La verdad es que me gusta cada vez más asistir a todos aquellos actos en los que puedo hablar y escuchar sobre el sector de frutas y hortalizas, aprendo mucho, y esto me hace ver las cosas desde otra perspectiva y reflexionar sobre los cambios que se están produciendo. Pero he podido comprobar que no solo me pasa a mí. En el Congreso Aecoc de Frutas y Hortalizas, celebrado hace unos días, con una gran asistencia de productores, comercializadores y de la gran distribución, se palpaba este mismo interés. La sala de conferencias estaba a tope y los breaks se aprovechaban para hacer comentarios sobre las ponencias y de paso convencer al cliente de que ellos van por ese camino, que apuestan por el cambio. Y es verdad que la producción está dispuesta a evolucionar y algunos ya son un ejemplo de ello.
El congreso comenzó con una mirada muy pesimista a la economía española y su salida de la crisis. Uno de los mensajes que más caló fue: “la pérdida de bienestar no se va recuperar nunca”, esto es difícil de digerir para un sector como el nuestro que trabaja cada día más por ofrecer un producto diferenciador. Menos mal que esta sensación no duró mucho en el pensamiento de los asistentes, ya que las siguientes presentaciones fueron más en la línea de reinventarse.
El consumidor ha cambiado y exige otras formas de consumo. No quiere comprar, necesita que le ayuden a comprar y para ello toda la cadena de valor se debe implicar, desde el agricultor que debe engancharlo con un producto diferenciado y sobre todo con sabor, hasta la distribución redescubriendo el concepto de servicio al cliente.
Quedó claro que lo que hay no le gusta al consumidor actual y el que no se reinvente se quedará fuera de juego. Como ejemplo pudimos ver a un Carrefour renovado con una gran preocupación por el productor y porque sus frutas y hortalizas sean más atractivas al consumidor, con una mayor cooperación entre ambos eslabones.
La importancia de la marca del productor, algo que sobre lo que se ha hablado mucho, quedó patente, con un ejemplo de éxito como Zespri, que es válida y es el camino hacia donde hay que ir. Se ven ya muchos ejemplos en el sector.
Lo que se puso de manifiesto es que si el consumidor de hoy vive pegado a un móvil y en su mundo, Internet tiene un gran protagonismo, el sector debe llevar a cabo acciones para estar presente en ese territorio del que todavía está muy alejado.
Lo dicho, el cambio es inevitable.