Bueno pues esta es mi primera pieza después del verano, la verdad es que me he tardado un poco, pero parece como que septiembre pisó fuerte el acelerador y se fue como un relámpago. Entre los recuerdos de las siempre cortas vacaciones y la vorágine de los vetos, los mercados, ahora dan ayudas, ahora no las dan, ahora nos dicen cómo cobrarlas, pero mañana nos cuentan otra historia, y en medio de todo, la preparación de mucho trabajo que verá la luz en otoño.
Al igual que Amalia, casualmente yo también veraneé en Canarias, en Gran Canaria concretamente, nunca pensé que encontraría una isla tan diversa y con tanto potencial, pero al mismo tiempo tan desaprovechada y contradictoria. A mí se me antojaban iniciativas y proyectos para mejorar la sostenibilidad y la agroecología de la isla a cada momento, tantos microclimas, tanto sol, tanto viento, pero tan poca agua. Curiosamente este viaje coincidió con una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en los últimos años de mi vida, empecé a formar parte del Comité de Sostenibilidad de GlobalGAP. Cuando me invitaron a participar no lo dudé ni un momento, sabía que me tenía que poner las pilas y trabajar mucho si quería aprovechar la experiencia y que sería como un curso intensivo y acelerado de Sostenibilidad que sería una oportunidad única. Y no me equivoqué, inauguramos el Comité el 4 de junio en Colonia, ahí estábamos unas 40 personas de todos los rincones del mundo en la sede de GG más otra treintena de participantes por videoconferencia remota. Ahí había de todo, desde especialistas de lugares que uno pensaría muy bien gestionados como el entorno del Lago Constanza hasta lamentables desastres ecológicos como las planicies de las antiguas repúblicas soviéticas, pasando por los frágiles ecosistemas tropicales de Latinoamérica y Asia. Ahí también estaban organismos regulatorios, estándares de calidad, multinacionales de fitosanitarios y representantes gubernamentales. A partir de ahí, a leer, a intercambiar información, datos, opiniones, experiencias, hacía muchos años que no aprendía tantas cosas en tan poco tiempo.
Uno puede pensar que un grupo tan heterogéneo debe ser complicado, y por momentos lo es, pero he de resaltar el sentido de la responsabilidad y la profesionalidad de los que ahí se dan cita. La iniciativa de GG llega justo en el momento en que preparan la Declaración de Abu Dhabi y es el preámbulo de la publicación de la Versión 5, así que el esfuerzo por coordinar a tanta gente obedece a una coyuntura trascendental para la producción agrícola en el corto y mediano plazo. Y es que si ya se nos venía repitiendo incansablemente el concepto, la Sostenibilidad será el norte hacia donde apunten todos los gobiernos, productores, estándares y mercados. Es entonces primordial definir unos criterios y unos parámetros aplicables para todos, transparentes, científicos y rigurosos, que hay muchísimas cosas en juego.
Obviamente no puedo desvelar el contenido de los debates y conclusiones del Comité, puesto que a su debido tiempo se hará público, habrá un periodo de consultas, etc., y los que ahí participamos tenemos un acuerdo de confidencialidad, pero lo que sí puedo decir es que hay conceptos en los que la mayoría de instituciones, gobiernos y estándares coinciden, y eso se puede ver en sus distintas páginas web, nos tenemos que familiarizar con la gestión de la biodiversidad, las poblaciones autóctonas, los umbrales de convivencia con especies no deseadas, la gestión del suelo – el suelo, junto con el agua, serán la clave para toda la agricultura futura-, el reciclaje y retirada de residuos plásticos e industriales de la agricultura, la disposición y neutralización de tales residuos, y obviamente, una presión fortísima en el control del uso de sustancias químicas como los pesticidas, pero también las hormonas vegetales, los desinfectantes, etc. La seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático: me parece a mí que los títulos de agrónomo les tendremos que hacer un “lifting” para mantener el paso.