En mi anterior entradilla, titulada “Si se muere Doñana, desaparece el cultivo de la fresa en Huelva”, tuve la osadía de escribir lo siguiente:
“Entre las cosas que me sorprenden es que oigo poco la protesta atronadora de los “viejos” regantes con concesiones legales. Ellos van a ser los paganos de la historia, las víctimas de los pozos ilegales y de las nuevas regularizaciones.”
Pues he de reconocer que me he equivocado. A los pocos días tuve una alegría, y la quiero compartir con ustedes porque son demasiado raras en los tiempos que corren. En un comunicado difundido, supongo que entre otros medios, por www.agroinformación.com, COAG-Andalucía pedía a la ministra de Transición Ecológica que cambie la gestión del Guadalquivir al duplicar la superficie de regadío y, entre otras cosas, denunciaba “que el déficit estructural de la cuenca del Guadalquivir, que se sitúa en los 400 hm3 y se está viendo agravado por la sequía, es consecuencia directa de la nefasta gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir – CHG-. Y es que, desde la última sequía, en la década de los 90, se ha duplicado la superficie de riego de la cuenca del Guadalquivir, que ha pasado de 440.000 hectáreas hasta las 900.000 que hay en la actualidad”.
Cuando no hay suficiente agua, el permitir un aumento de la superficie regada penaliza a los regantes tradicionales, que son las primeras victimas de la medida. Esta es, ni más ni menos, la tesis que queríamos subrayar en la entradilla anterior y me parece más que destacable que COAG-Andalucía se atreva a poner el tema sobre la mesa.
Los nuevos regadíos se han dedicado esencialmente al riego de cultivos leñosos, olivar en particular, y se han puesto en entredicho, como ha señalado en otro comunicado la misma organización, 1.200 hectáreas de coliflor y brócoli, 150 de alcachofas, unas 200 de cebollas y 150 de zanahorias.
El regadío es una pieza esencial de la agricultura de nuestro país, lo era ayer y lo será aún mucho más en el futuro con el cambio climático que se nos viene encima, perdón, que ya tenemos encima. Por esto es necesario ser prudente en su gestión y desarrollo. No hay agua para todos y para todo, mañana aún menos que hoy.
1 comentario en «No hay agua para todos ni para todo»
L’eau, cela se fabrique ! il est toujours possible de dessaler l’eau de mer ! arrêtez de nous faire peur !