El cambio climático está afectando cada día más a las distintas campañas de frutas y hortalizas, e incluso en algunos casos, como ha sucedido en el cultivo de fresa, se ha llegado a perder en momentos puntuales hasta un 70% de la producción. El peor tramo fue para ellos del 15 de enero al 15 de febrero, fechas en las que llovía un día tras otro, provocando, como hemos dicho antes, una gran merma de volumen. La situación a primeros de marzo no había cambiado mucho, seguían con problemas de botrytis, con menor incidencia, pero sin poder llevar a cabo una comercialización normalizada.
Por otro lado, la distribución llevando a cabo promociones que, como denuncian en el sector, no son convenientes dada la situación. Aquí es donde se echa de menos una colaboración colaborativa, porque hay que ser sensibles a la situación que vive el sector con problemas de calidad y de producción, y no contraatacar con una guerra de precios. Seguramente, cuando avance la campaña, esta situación mejorará, pero para el sector de fresas, la primera parte del ejercicio es crucial por los buenos precios, y esto no se va a recuperar.
También se ha creado una situación que nunca hubiéramos pensado, Carrefour Francia decidió no comprar fresas al principio de campaña, argumentando que su calidad no era suficiente para sus exigencias y en defensa de los productos de temporada. El sector ha declarado que es un problema de competitividad y protección hacia su producción y no de la calidad de su producto, ¿será que lo local y la proximidad están haciendo mella ya en los mercados? Esperemos que esto sea solo algo puntual y no se amplíe a todos los productos y campañas.
Como no me canso de repetir, estamos viviendo un nuevo escenario, preparémonos para ello.