Mi buen compañero blogista José Antonio Arcos difundió el 23 de febrero pasado una muy interesante noticia: “El puerto de Almería tiende puentes comerciales con el norte de África”[1]. En él, se afirma primero que “Almería puede verse beneficiada al constituirse como un centro logístico especializado en perecederos procedentes del norte de África y suministradora de tecnología de la industria auxiliar de la agricultura a los vecinos del sur.”
El artículo atrajo también mi atención sobre el proyecto COOPTRUST[2], cuyo objetivo no puede ser más acertado a mi juicio: “Colaborando para dar una oportunidad a la confianza”. Cofinanciado por el FEDER europeo, participan por el lado español en él la Universidad de Almería y la Fundación Bahía Almeriport y, por el lado marroquí el “Office Régionale de Mise en Valeur Agricole de Moulouya” y la Universidad Mohammed I de Oujda.
Entre las publicaciones recientemente presentadas en la Cámara de Comercio de Almería, ha atraído profundamente mi atención el trabajo “Oportunidades para la economía almeriense en el desarrollo de la Región Oriental de Marruecos”. Editado por la Universidad de Almería, ha sido coordinado por el profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Almería, José Ángel Aznar.
En palabras de los propios autores, “el devenir del desarrollo económico de la región Oriental de Marruecos es una cuestión de gran relevancia para la economía de Almería, ya que puede representar una oportunidad para impulsar el crecimiento de muchos de sus sectores productivos… Tradicionalmente las relaciones entre Almería y Marruecos se han planteado en términos de confrontación. El solapamiento en productos, calendario y mercados de destino hace que las producciones de ambos territorios entren en competencia directa. En términos de Teoría de Juegos, se plantearía como un juego de suma negativo en el que todo lo que gana uno de los jugadores iría en detrimento del otro. Sin embargo, es posible cambiar el enfoque tratando de plantearlo como un juego de suma positiva en el que las dos partes salgan ganando.”
No lo podría haber explicado mejor. Los que tienen la paciencia suficiente para seguirme en este blog saben mi punto de vista: Marruecos es ciertamente un competidor con el que habemos de convivir; es también unas oportunidades que debemos aprovechar para transformar nuestra debilidad, el estar en una de las periferias de Europa, en una de nuestras fuerzas, ser el puente con el norte de áfrica.
[1] http://joseantonioarcos.es/2016/02/23/logistica-almeria-y-marruecos/