Ignacio García Magarzo, director general de ASEDAS, ha vuelto a reclamar hoy ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados la vacunación urgente de los trabajadores de la cadena agroalimentaria y, en especial, de los empleados de los supermercados.
“Comprendemos y compartimos los criterios éticos de vacunación de grupos de mayor riesgo que han estado condicionados por la disponibilidad de dosis. Pero, una vez que se está terminando de vacunar a esta población, y también a los trabajadores de otros sectores esenciales con independencia de la edad, es el momento de proteger a los trabajadores esenciales de la cadena agroalimentaria”, ha reclamado ante los miembros de la Comisión.
Esta petición es coherente con que el sector fue considerado esencial desde el primer momento de la pandemia, y lo seguirá siendo, con independencia de las circunstancias que concurran en el futuro. Sin la labor de estos trabajadores, que llevan alimentación y productos de higiene muy cerca de las casas de todos los ciudadanos, sería imposible tomar medidas de confinamiento por regiones, municipios o distritos. “Nos acercan los alimentos para que nosotros podamos quedarnos en casa, pero ellos tienen que seguir trabajando porque son esenciales y presenciales”, dijo García Magarzo, quien añadió que, además, las empresas han ofrecido sus propios recursos para ayudar en esta tarea a la sanidad pública.
Además de la petición urgente de vacunación para los trabajadores del sector, el director general de ASEDAS ha hecho un repaso de los avances y retrocesos que, en los últimos meses, se han registrado en el marco de la distribución alimentaria en cuestiones como el exceso normativo o la fiscalidad.
En el primer punto, ha instado a volver cuanto antes a la “normalidad normativa”. Durante el año 2020 se han contabilizado unas 9 normas nuevas al día que afectan al comercio; mientras que en los primeros meses del año este número ha ascendido a unas 11. Este hecho supone para el comercio una gran dificultad administrativa y un considerable coste económico. Por ello, desde ASEDAS se solicita que se regule menos y mejor, dando a los empresarios de supermercados la confianza que han merecido durante la pandemia, y considera la declaración responsable y el silencio administrativo las formas de actuación más eficaces.
En el segundo punto, Ignacio García Magarzo ha expresado su preocupación por un posible incremento de la fiscalidad en ciertos grupos de alimentos –como ya ha ocurrido con la subida del IVA en las bebidas azucaradas- y en el ámbito medioambiental ya que, lejos de ser eficaces para alcanzar los objetivos relacionados con la salud y el clima, parecen tener un fin meramente recaudatorio.
Entre otros temas que preocupan al sector, el director general de ASEDAS ha mencionado una posible reforma laboral, que debe ser fruto del consenso y respetar la estructura de la negociación colectiva; el absentismo laboral, que supone una lacra para las empresas y para el sistema público de salud; y el hurto multirreincidente, que necesita de una modificación en el Código Penal y en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para poner combatirlo con eficacia.