El tomate vive una situación, cuanto menos, inestable. Al finalizar la campaña y con las cifras aún por cerrar, encontramos un panorama en el que no hay certezas, como refleja la situación en el campo: zonas que antes eran importantes como Canarias y Murcia han registrado un descenso de su superficie cultivada del 80% y el 50% en los últimos años; Almería sigue estable con 7.400 Has pero podría descender un 20% en la próxima campaña si tenemos en cuenta las cifras de contratación en los semilleros, como nos avanza el secretario general de Coag, Andrés Góngora; y ni tan siquiera el eterno enemigo, Marruecos, es tan previsible como antes. En vez de sobrepasar las cuotas, sus volúmenes de exportación han caído, quedándose en 280.000 Tn de las 310.000 Tn de contingente que les permite el acuerdo firmado con Europa. Desde Hortyfruta lo achacan al clima, con fuertes lluvias que provocaron la pérdida de producción y calidad de las cosechas, pero también hay quien, como Coag, opina que el país alauita ha aprovechado el veto ruso para desviar allí sus producciones y ocupar el puesto de los países comunitarios.
Mientras se cierran las cifras 2014/2015, podemos analizar el dato de exportación de tomate a nivel nacional en 2014, con 960,8 millones de euros, lo que representa un descenso del 3% motivado, en gran parte, por las consecuencias de un embargo que, para colmo, se ha prorrogado otro año más y que fuerza a las empresas a buscar nuevos mercados con los que forjar alianzas comerciales.
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En lo que a variedades se refiere, el tomate pera se ha visto afectado en precios por el embargo ruso. Quizá por este motivo y por la necesidad de diferenciarse en los mercados, las empresas apuestan cada vez más por especialidades, formatos pequeños como el cherry, y mucho sabor. En nuestras visitas al sector hemos podido cerciorarnos de algo fundamental: el consumidor es cada vez más exigente. Ya no solo compra en función de un aspecto visual atractivo, sino que además pide tomates sabrosos y a precio reducido. La cadena intenta dar respuesta desde el inicio: las casas de semillas se han lanzado a la búsqueda de variedades con grandes cualidades agronómicas que satisfagan a los productores, formas llamativas, una textura y sabor lo más agradable posible, y que además tengan una vida poscosecha aceptable. El resultado es una categoría que se ha venido a llamar Commodity Plus y de la que ya todos hablan, porque reúne lo mejor de las variedades larga vida y de las de sabor.
Otro de los aspectos que no podemos dejar de destacar en el incremento de los cultivos injertados, que aumenta año tras año y que, más que futuro, es ya un presente que se hace hueco por los beneficios que reporta (cultivos más sanos gracias a los beneficios a nivel radicular, y cosechas con mayor producción y estabilidad). En este sentido, hemos podido ver los avances de De Ruiter con DR0141TX, entre otros.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, podemos concluir que el sector, pese a los problemas recientes que ha ido encontrando como el embargo o ya tradicionales como la competencia de terceros, tiene futuro si sigue apostando por el sabor como elemento diferenciador. Y no menos importante, como señala el presidente de Hortyfruta: “Es fundamental que los consumidores europeos sepan que sobresalimos en calidad. Tenemos que trabajar para hacérselo entender”.•