¿Qué ha pasado con el aguacate en España?
Paco Borrás, consultor agroalimentario.
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A finales del siglo pasado ya se producían en España 53.000 Tn de aguacates en la Costa Tropical andaluza, que en su mayoría se exportaban a Francia desde octubre a abril, mientras que España importaba en el hueco de mayo a septiembre 2.800 Tn de México y Sudáfrica. Para la mayoría de los españoles, era un producto conocido pero lejano, que no estaba en nuestra dieta.
El comercio global de importación y exportación era de 44.000 Tn y 46 millones de euros (el 1,36% del total del comercio de frutas). En 2020, 25 años después, los aguacates estaban en todas las despensas españolas durante todo el año, la exportación e importación sumaron 312.226 Tn, con un valor de 728 millones de euros (el 6,75% del total). Se han producido, por lo tanto, muchos cambios y vamos a intentar comprenderlos.
Producción, exportación e importación
Si colocamos en un mismo cuadro los datos promedio por quinquenios de producción, exportación e importación más las cifras de 2020, apoyándonos en el Anuario Estadístico del Ministerio de Agricultura para los datos de producción y en el Datacomex para los de exportación e importación, tenemos la imagen del Cuadro 1.
Ahí vemos cómo la producción ha pasado de 53.000 a 100.000 Tn, y, aun así, es el factor que menos ha crecido de los tres analizados en estos 25 años, solo un 89%.
Las exportaciones han aumentado mucho más, pasando de 41.000 a 138.000 Tn (+336%). Y si Francia fue su primer destino, hoy el 95% se comercializa en el continente europeo y el resto llega a África, casi todo a Marruecos.
Pero si observamos la participación de la exportación sobre la producción nos encontramos con datos algo singulares. Desde 1995 hasta 2014, las exportaciones españolas suponían entre el 60 y el 80% de la producción, una cifra muy elevada y que viene a poner de manifiesto que los españoles comíamos pocos aguacates. Las cifras del último quinquenio (112%) y de 2020, con una participación de la exportación sobre la producción del 138%, nos aclaran la situación: en estos momentos, España está reexportando una parte considerable de sus importaciones. Por lo tanto, podemos afirmar que, en aguacates, los operadores españoles han pasado a controlar de forma vertical todos los niveles de la cadena. Están interviniendo en la producción española y en la de ultramar, de modo que han conseguido estar presentes en el mercado los 12 meses del año, tanto en España como en los distintos destinos de exportación, ocupando una posición ‘modelo holandés’.
Las importaciones son, de hecho, las que han experimentado el mayor crecimiento, pasando de 2.800 Tn a 173.826 en 2020. Su origen se reparte entre Perú (50%), México (20%) y Marruecos (10%), principalmente; seguidos por Kenia, Colombia y Chile (alrededor del 5% cada uno). Su particularidad es que son, prácticamente todas, directas y no reexportaciones desde Holanda u otros países de la UE típicamente reexportadores.
Consumo en España
A finales del siglo pasado, el consumo de aguacates en nuestro país era muy bajo. Solo podemos estimarlo mediante el cálculo de que lo que comemos en España es la suma de la producción más importación, restando la exportación. De hecho, en el Análisis de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura sobre el consumo en los hogares, el aguacate no aparece diferenciado hasta el año 2004. Basándonos en estos dos datos, vemos cómo ha evolucionado el consumo (Cuadro 2).
Se ha pasado de 0,3 kilos per cápita al año a cerca de 3 kilos, dejando de ser algo exótico y poco usual a estar prácticamente en todos los hogares y todo el año.
Curiosamente, no hemos visto campañas de promoción en televisión ni en otros medios de gran alcance, pero es evidente que la penetración en nuestra mente como consumidores ha sido global, a través de la gastronomía, los programas de cocina o las redes sociales y sus influencers.
El aguacate ha tenido a su favor un factor varietal frente a otros productos y es que, de origen España, Perú o México, prácticamente todos son de la variedad Hass; por lo tanto, el consumidor tiene la misma imagen de producto en el lineal durante los 12 meses. Esta presencia continua en los supermercados ligada a que su consumo se adapta a cualquier estación climática también se ha convertido en una circunstancia a su favor.
Sus características neutras de sabor le han permitido, además, ajustarse como base a muchos otros sabores y su uso en diferentes tostas es un hecho. La popularización internacional de la comida mexicana y sus franquicias, directamente vinculadas a distintos usos del fruto liderados por el guacamole y los nachos, han ido allanando el camino de su penetración en las despensas. En definitiva, como consumidores, lo hemos comprado.
A nivel internacional
Las cifras mundiales han corrido paralelas a lo sucedido en España tanto en producción como en comercio internacional. Actualmente, Europa junto con EE. UU. y Canadá son los grandes importadores, mientras que México, Perú, Holanda (con mucha reexportación) y España son los mayores exportadores. Y solo nuestro país es a la vez productor, importador y exportador.
Por otro lado, es una realidad el trabajo que está realizando la Asociación Mundial del Aguacate (WAO, por sus siglas en inglés), creada en 2016, que agrupa a todos los países importantes en comercialización y donde también están presentes algunas de las principales empresas españolas. Ha realizado acciones de marketing en España desde el 2019, que se han centrado, directamente, en los supermercados y han difundido un logo que está posicionándose a nivel mundial, y que es compartido por la WAO y sus socios bajo el lema ‘La fruta de la vida’.
De momento, el aguacate está en la cresta de la ola y, en el 2021, mantuvo la senda del crecimiento en exportación e importación hasta octubre. Productores, comercializadores y sus organizaciones a nivel mundial tienen su parte de responsabilidad en la consolidación y avance en nuevos mercados.