La Mancha necesita una extensión de norma. INTERPROFESIONAL DE MELÓN Y SANDÍA

Son muchos los foros que denuncian la necesidad de recuperar el sabor del melón, recayendo gran parte de este cometido en las casas de semillas. Y nos consta que están poniendo a disposición de los productores materiales en los que se ha cuidado especialmente ese parámetro, pero la cuestión es que el consumo de esta fruta sigue cayendo.

“ Será un paso previo para solicitar a Bruselas ayudas vitales para el sector

Nos reunimos con Cristóbal Jiménez, presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de La Mancha, y le trasladamos esta pregunta: ¿Qué pasa con el sabor del melón? Jiménez, acostumbrado a ser políticamente correcto, justifica, aunque no comparte, la postura de los productores: “Ante la falta de precios, tratan de asegurarse la rentabilidad con variedades muy productivas, donde la calidad y el sabor quedan en un segundo plano. Y esto es lo que tratamos de cambiar desde nuestra organización, recuperar ese melón de 14-15 grados Brix, seña de identidad de La Mancha”, apunta Jiménez, reclamando precios mínimos para el agricultor que deberían rondar los 20 céntimos/kg.

Y en este punto, es la gran distribución la que juega un papel decisivo. Según Cristóbal Jiménez, el 70% de la producción de melón se comercializa en España a través de ese canal, de ahí la importancia de involucrarles en la Interprofesional, y trasladarle la necesidad de fijar precios rentables para todos los eslabones.

Extensión de norma
Otro de los objetivos en los que trabajan desde esta entidad, quizás su proyecto estrella en estos momentos, es la aprobación de una extensión de norma para la calidad del melón y la sandía, un paso previo para poder solicitar a Bruselas ayudas para la promoción y la investigación, entre otras áreas. “Se ha presentado ya un borrador ante la administración regional y esperamos que antes de que finalice el año, tengamos la extensión de norma aprobada”, confía Cristóbal Jiménez.
Será esta la consolidación de la Interprofesional, y la de su lucha por vertebrar un sector al que su máximo responsable le augura un gran futuro, siempre y cuando sepan aprovechar aspectos que hacen únicos al melón y la sandía de La Mancha: el clima, el agua y, sobre todo, su estacionalidad.