“La etiqueta marca un valor diferencial”. ETYGRAF
Las nuevas tendencias de diseño, tecnológicas y sostenibles afectan también al sector del etiquetado, que evoluciona de la mano del hortofrutícola para aportar siempre un plus en valor. Es el pilar en el que se ha basado la empresa Etygraf, que celebra 40 años de trayectoria.
Comparte
Entrevista a Fermín Baldoví, fundador y líder de Etygraf.
Llevan, como bien dice su lema, “imprimiendo valor” desde 1981. ¿Qué balance de su trayectoria realizan?
La mayor recompensa es saber que nuestros clientes confían en nosotros, no por una cuestión de precios, sino por la atención y el servicio que reciben, destacando el valor añadido y la calidad. Además, Etygraf, en sus 40 años de historia, tiene muy clara su apuesta: inversión en maquinaria, creación de puestos de trabajo y aumento de la facturación. El balance más positivo es haber alcanzado el capital más grande, que es el valor humano. De cara al futuro, seguiremos manteniendo la hoja de ruta que nos ha acompañado durante estos años: una apuesta firme por el diseño, la tecnología y nuestras raíces. Seguir como familia y mejorar como empresa.
Las tendencias en etiquetado están en constante evolución. ¿Cómo ha cambiado el sector en los últimos años?
Ha madurado, hasta el punto de convertir la etiqueta en un valor diferencial más allá de su carácter informativo, pues esta era la percepción inicial que se tenía del diseño en una etiqueta, informar. No obstante, el etiquetado como elemento de marketing aún puede desarrollarse mucho más, pues muchas empresas aún no son conscientes de las posibilidades de diferenciación que ofrecen el diseño y la impresión, y se dejan llevar por lo que marca la tendencia en el mercado.
Etygraf se suma a las tendencias tecnológicas, de digitalización e incluso de sostenibilidad que impone el mercado. ¿Cuál es su política en estas líneas?
La sostenibilidad dibuja la hoja de ruta de nuestro etiquetado. La tenemos muy presente: hay que frenar el despilfarro y, para ello, es necesario transformar los modelos de producción. Nosotros apostamos siempre por controlar muy bien todos los residuos. No vertimos nada ni a la red pública ni a otros centros: vertido cero. Tenemos empresas que se dedican a recoger tanto envases vacíos como trapos sucios de tinta, líquidos residuales… Nuestro compromiso es la contaminación cero. Tampoco tenemos máquinas que puedan desprender ninguna clase de gas u otros aditivos. Además, formamos parte del comité de organización de los eventos que convoca AIFEC. Tenemos muy presentes cuáles son nuestros principios de sostenibilidad: no extraer recursos de la tierra con mayor rapidez de la que pueden reponerse, no elaborar productos con mayor rapidez de lo que cuesta a la naturaleza destruirlos y no causar destrucción al planeta con mayor rapidez de lo que le cuesta recuperarse.
El sector hortofrutícola apuesta cada vez más por las marcas para el consumidor. ¿Cómo trabajan el branding a través de sus etiquetas?
En este proceso de cambio de mentalidad por parte de los clientes, de trabajar el branding a través de la etiqueta, hemos visto una notable apuesta por la personalización de las etiquetas y, cada vez más, con la sostenibilidad por bandera, tanto en las nuevas marcas como en las ya existentes, que son conscientes de esta realidad. A nivel creativo, es clave contar con agencias y estudios especializados en envases y etiquetados, y es muy necesaria la combinación entre producto, agencia e impresor.