“El sobrecoste lo está asumiendo el agricultor”. FRUSANA
La campaña de zanahoria de manojo de Cádiz está transcurriendo de forma aceptable, aunque el COVID-19 supone un sobrecoste que no asumen los mercados.
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Al contrario de lo que está sucediendo en el cultivo del puerro, cuyo desarrollo comercial está siendo muy negativo debido a una sobreoferta en Europa y a la poca demanda derivada de las altas temperaturas que ha habido este invierno en destino, “la zanahoria se está comportando de forma aceptable”. Así lo considera Juan Manuel Rodríguez, presidente de la cooperativa Frusana, ubicada en el municipio gaditano de Sanlúcar de Barrameda y que produce ambos productos, entre muchos otros.
“La campaña de manojo que iniciamos en noviembre está teniendo un desarrollo correcto en el campo y en los mercados, dentro de la situación que vivimos”, comenta. Sin embargo, viene acompañada de un sobrecoste añadido debido a la contratación de vehículos para la movilidad de los trabajadores, el incremento de un 35% en la logística a Europa y las medidas de prevención necesarias en campo y almacén, entre otros. “Por ejemplo, ahora estamos contratando autobuses para desplazar las cuadrillas de campo a recolectar zanahorias que solo pueden ir ocupados en un 30% o en almacén la cantidad de gente por línea es menor, lo que reduce el rendimiento por hora”, explica el presidente de la cooperativa. Esto ralentiza el trabajo y aumenta los costes de producción, y “el sobrecoste lo está asumiendo el agricultor, los mercados no lo aceptan”, señala.
«Lo importante ahora es salir adelante en el día a día y garantizar el suministro de alimentos a la población»
La campaña de zanahoria está previsto que finalice sobre el 30 de mayo y sigue su curso habitual en el comportamiento del cultivo, con un volumen similar a la campaña anterior. Por el momento, la cooperativa Frusana no contempla nuevos proyectos a corto plazo dada la situación de crisis que vivimos. “Tenemos muchas ideas para el futuro, pero lo importante ahora es salir adelante en el día a día y garantizar el suministro de alimentos a la población”, declara Juan Manuel Rodríguez. Y, sobre todo, “dar tranquilidad y seguridad a sus trabajadores”, añade.
El incremento de costes se debe a:
• Logística a Europa, +35%.
• Protocolos de seguridad y sanitarios.
• Menos trabajadores por línea, que reduce el rendimiento por hora.
• Incidencias movilidad. Fletar autobuses, más viajes.
• Ralentización de las labores en general.