“El mercado japonés es muy exigente”
Hace cinco años que Ajoescar decidió introducir su ajo en Japón, un país que valora la calidad del producto español y, sobre todo, está dispuesto a pagarla.
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El mercado del ajo es cada vez más competitivo. Al impacto de las producciones chinas en el comercio internacional, hay que sumar el aumento de España y de producciones locales en otros países europeos. “A mí me preocupa sobre todo Rumanía”, comenta durante nuestra entrevista Antonio Escudero, presidente de Ajoescar. Gracias al cambio climático, este país está aumentado sus plantaciones, que crecen por miles de hectáreas, y está concentrando buena parte de sus esfuerzos en el ajo para industria.
Ajoescar exporta en torno al 75% de su producción, de la que entre el 25-30% se dirige al mercado japonés, donde comenzó a operar hace ya cinco años. “Es un mercado potencial muy interesante, pero muy complejo”, afirma Escudero, quien reconoce que, cuando inició todos los trámites burocráticos para poder exportar a este país, “estuve a punto de dejarlo en más de una ocasión”. Pero no lo hizo, y de las 300 toneladas que comercializaron hace cinco años han pasado ya a las 1.000 de la última campaña.
“Los japoneses son muy exigentes, supervisan todo el proceso y, es más, los clientes nos visitan dos veces al año e incluso cuentan con información vía satélite para controlar el estado de las plantaciones”, relata. Sin embargo, todo este esfuerzo se ve recompensado, ya que valoran la calidad del producto español y lo que es más importante, la pagan.
“ Cuentan con 10 ha de ajo ecológico, que prevén duplicar en 2021
A este país destinan también parte de su producción ecológica –el resto se dirige a Francia-, una línea de negocio que pusieron en marcha hace ya cuatro años y para la que cuentan con 10 hectáreas de cultivo. Su objetivo es duplicar esta superficie en 2021.
Mano de obra
Cuando nos reunimos con Escudero a mediados de marzo, mostró su preocupación por una posible falta de mano de obra al inicio de la campaña en La Mancha en el caso de que Europa limite el tráfico de personas como consecuencia del coronavirus. “Tenemos empleados que vienen de países como Italia o Rumanía y, si no pueden hacerlo, supondrá un problema importante al inicio de la campaña”, concluye.
150 ha
producción propia
2,5 millones de kg
1 millón de kg
de agricultores colaboradores