Anticiparse, la clave del éxito. KOPPERT
Koppert destaca la necesidad de planificar la estrategia de control biológico, que debe comenzar mucho antes de que la plaga sea visible.
Comparte
La superficie de producción de cítricos que confía en el control biológico no deja de aumentar en España porque cada vez hay menos herramientas químicas autorizadas y los consumidores prefieren cítricos sin residuos. Koppert está creciendo rápidamente en todas las zonas productivas nacionales, especialmente en limón. También se están teniendo muy buenos resultados tanto en mandarinas y clementinas como en pomelo y naranjo, ya que los protocolos de control biológico de Koppert se adaptan a cualquier modelo de producción: ecológico, convencional, residuo cero y biodinámico. Pero nada de esto sería posible sin conocer suficientemente el ciclo vital de las plagas ni manejar correctamente los tiempos adecuados para realizar las sueltas de enemigos naturales.
Hay que destacar que, en contra de lo que aún piensan muchos agricultores, el control biológico no tiene un efecto inmediato, ni en cítricos ni en ningún otro cultivo. Por tanto, si se está implantando en los cítricos españoles es porque se está produciendo un cambio de mentalidad en el productor. Muchos agricultores quieren usar el control biológico de la misma forma que el químico, y eso no es posible ni viable.
Anticipación y planificación
El éxito del control biológico en cítricos depende de la anticipación y la planificación, dos conceptos en los que se basan los fundamentos de todo el trabajo que hay que poner en marcha para mantener a raya las plagas de forma natural y sin dejar residuos, es decir, con estrategias basadas en sueltas selectivas de enemigos naturales. Esto significa que, para alcanzar el éxito, hay que empezar a actuar mucho antes de ver presencia de la plaga.
Como ejemplo, en los meses de enero y febrero, hay que comenzar las sueltas de Cryptobug-L (Cryptolaemus montrouzieri) para tener un control efectivo durante la primavera de diferentes tipos de cotonet. Otro ejemplo es que, en los primeros días de marzo, habrá que realizar las sueltas de Spical UltiMite para el control de araña roja. “Nos encontramos que algunos productores nos preguntan por qué soltar Spical a primeros de marzo si la araña roja no aparecerá hasta junio. La respuesta es muy sencilla: hay que comenzar a soltar Spical en abril o marzo porque, si las sueltas se hacen en junio, cuando la plaga ya se ha instalado en el cultivo, el control biológico no tiene ningún efecto y será una pérdida de dinero”, explica Juan Miguel Rodríguez, Citrus Manager de Koppert.
«Muchos agricultores quieren usar el control biológico de la misma forma que el químico, y eso no es posible ni viable»
La empresa de control biológico ofrece un asesoramiento continuado al productor, sobre todo al principio. “Conocemos perfectamente el comportamiento de cada enemigo natural y sabemos aconsejar al agricultor el mejor momento para hacer la suelta, porque también conocemos la ubicación de la finca y el estado concreto de ese cultivo”, asegura Rodríguez, quien insiste en que es muy importante contar con un asesoramiento profesional.