Con el inicio de 2024, este martes será el primer día en el que se lleve a cabo la subasta de Agrodolores en la provincia de Almería. La principal empresa en el sector de la subasta en Murcia, que además cumplió en 2023 40 años de experiencia en la producción y comercialización hortofrutícola, cerró el pasado año inaugurando sus nuevas instalaciones en Adra, ubicadas en la antigua nave de AgrupaAdra, en La Curva.
Tres campañas apostando por el producto almeriense
Un multitudinario acto celebrado el pasado viernes 29 de diciembre dio el pistoletazo de salida a este nuevo proyecto empresarial que, sin embargo, no supone el desembarco de Agrodolores en Almería. Y es que como explicó el presidente ejecutivo de la empresa, Simón Conesa, ya son tres campañas las que lleva Agrodolores adquiriendo pimientos en la provincia, con un punto de recogida propio en Adra. «Estamos gestionando más de 100 agricultores tutelados y comercializando sus productos de septiembre a marzo cada campaña, creciendo en volumen cada año». De hecho, la previsión de compra de pimiento en Almería para la campaña de invierno es de 14 millones de kilos.
Es por ello que Conesa calificaba este hito de crecer en Almería como un «sueño cumplido» puesto que, como reconoció, les permite «estar presentes en uno de los principales enclaves de la agricultura española que es Almería».
Seguir creciendo
«Al enterarnos de la situación concursal de Agrupa Adra, hemos decidido apostar por adjudicarnos la estructura productiva de esta empresa. Somos conscientes de la importancia de Agrupa Adra desde su inicio y lo que ha supuesto para los agricultores de Adra. Sabemos que ha sido una empresa pionera y emblemática, no solo para el pueblo de Adra, sino para el Poniente. Venimos a ocupar el espacio que Agrupa Adra dejó hace un año y, por supuesto, queremos ganarnos vuestra confianza», explicó Conesa, quien añadió que la empresa llega «con total humildad» para seguir creciendo y aportando valor, para generar riqueza en el entorno y para quedarse. «Queremos compartir vuestros problemas y ser parte de la solución». Un equipo en el que precisamente estarán antiguos trabajadores de Agrupa Adra.
El crecimiento que está experimentando esta empresa es exponencial como demuestran sus datos. Con tres centros operativos, dos alhóndiagas y una comercializadora, que se ubican en el Campo de Cartagena, y a las que ahora se suman las antiguas instalaciones de Agrupa Adra, alrededor de 200 trabajadores y más de 100 millones de kilos de producción movidos este año, su facturación ha subido como la espuma en los últimos tres años.
Facturación de 40 millones de euros
En 2021 la facturación de la empresa se situó alrededor de los 40 millones de euros, en 2022 esa cifra se incrementó un 50% y en 2023 ya han facturado casi 90 millones de euros, «cifra récord para nosotros y tremendamente importante». Una carta de presentación con la que el presidente ejecutivo de Agrodolores quiso dejar claro que se trata de una empresa «fiable, que lidera el sector de la subasta en Murcia» y cuya principal estrategia pasa por continuar creciendo «con rentabilidad para poder ser más competitivos y eficientes». Un crecimiento para convertirlos en un agente importante tanto a nivel nacional como internacional.
El acto de inauguración contó con cientos de productores de la zona, así como compradores que desde hoy contribuyen al negocio de la subasta desde Agrodolores Adra, representantes de entidades bancarias y una amplia representación institucional, entre los que no faltaron las consejeras de Agricultura de Andalucía y de la Región de Murcia, Carmen Crespo y Sara Rubira, entre otros representantes institucionales a nivel local y provincial.
Apoyo de las administraciones
Concretamente a las administraciones no dudó en dirigirse Conesa para pedirles su apoyo y colaboración, «es vital para los agricultores», subrayó, al tiempo que recordó que los productores están «soportando una situación complicada, con subidas constantes de precios de abonos, semillas, plásticos, gasóleos, energías, nuevas plagas, problemas en encontrar mano de obra cualificada e incertidumbre en la disponibilidad de agua, que en algunas regiones está siendo muy complicado, importaciones de productos de terceros países que devalúan todo nuestro esfuerzo y producción, y si a esto le sumamos en algunos sitios una presión administrativa excesiva, con la agenda 2030 de fondo, estamos haciendo muy complicada la continuidad de la agricultura».
Frente a ello demandó a todas las administraciones que «sean sensibles, que cuiden al agricultor, porque podríamos estar, sin darnos cuenta, ante el desmantelamiento del sector primario y nos llevaría a una escasez de alimentos y a depender de terceros países para alimentarnos».
El agua: problema compartido por Andalucía y Murcia
Por su parte, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, la también abderitana Carmen Crespo, destacó la interlocución y el trabajo conjunto de «dos tierras hermanas con necesidades muy similares en el ámbito agrícola» y lamentó que «la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europeo no ha servido para aprobar, como pedíamos ambas comunidades autónomas, las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países». Clausulas espejo por las que insistió en que continuarán peleando, ya bajo la Presidencia belga.
Asimismo, Crespo reclamó más agua para los regantes almerienses del trasvase Tajo-Segura e incidió en la petición al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de la concesión, por urgencia, de 5 hectómetros cúbicos de agua desde la desaladora del Bajo Almanzora I para el Levante almeriense, al tiempo que adelantó que van a pedir, desde Andalucía, «una alianza» al resto de comunidades autónomas para exigir la convocatoria de la Mesa Nacional de la Sequía para la puesta en marcha de nuevas medidas para paliar los efectos del déficit hídrico.
Por su parte, su homónima en la Región de Murcia, Sara Rubira, también apuntó como tema clave el agua, reclamando al Gobierno de España que defienda la actividad agrícola y trabaje para elaborar un Pacto Nacional del Agua. «Reclamamos soluciones reales que den certidumbre al sector. De ello depende que sigamos siendo la huerta de Europa o que Europa dependa de terceros países para alimentarse», defendió.