Según ha comunicado la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), durante el mes de octubre se ha observado su presencia del Thrips Parvispinus los invernaderos de pimiento en Adra, Balanegra, Roquetas de Mar y El Ejido, concretamente en Tierras de Almería.
Según la RAIF, la incidencia durante el citado mes ha sido de pequeños focos en los invernaderos sondeados (10 a 15% de cultivos de la zona) y en algunas parcelas se han tenido que arrancar los cultivos por los daños en los frutos, en un número reducidos de invernaderos.
Su reconocimiento en campo no es difícil. Las hembras se caracterizan por su puntiagudo abdomen negro y cabeza marrón, mientras que el macho es mucho más pequeño y de color más claro y amarillento. Ambos con alas negras y con presencia en flores y envés de las hojas.
Sus larvas se encuentran en principalmente en las hojas jóvenes, y en menor grado, en las yemas florales. Su máxima presencia es en octubre y en invierno las bajas temperaturas la convierten en una plaga testimonial.
Detección precoz
Es importante estar atentos e incrementar las dosis de suelta de Amblyseius swirskii, A. californicus y Orius laviegatus con las primeros focos detectados. Esta medida es eficaz para controlarlo.
Las picaduras de adultos y larvas provocan deformaciones en los brotes tiernos y en las hojas más jóvenes. En el envés de las hojas aparecen manchas plateadas con puntos negros (sus excrementos) junto a las nervaduras, y provocan el rizado del borde del limbo hacia el haz, con algunos abortos florales y placas plateadas en los frutos que con el tiempo se vuelven de coloración parda.