La subida de costes de producción en general, y que obviamente afecta al sector hortofrutícola, puede traer consigo dos consecuencias: el aumento de precios al consumidor o a la cadena de distribución, o la desaparición de quienes sufren ese incremento. Personalmente, creo que sí subirán los precios al consumidor, aunque será el mercado quien regule hasta qué punto es tolerable esa subida y desde qué perspectiva se logra un posicionamiento competitivo.
Los más sesudos analistas macroeconómicos se debaten ahora en profundos estudios para calibrar si estamos en un proceso de inflación o de estanflación. Los precios, en cualquier caso, no se han estabilizado y, en una coyuntura como la actual, todo ha empezado a costar más. E insisto, debemos saber cuál es el umbral que el mercado tolera para cada segmento y ser competitivos dentro de ese umbral.
Actualmente, y como venimos haciendo desde siempre, mantenemos conversaciones continuas con la distribución para afrontar esta situación; estamos en el mismo barco, ya que formamos parte de la misma cadena. La distribución no es un cuerpo extraño y alejado de la realidad y, desde luego, es absolutamente sensible a su cadena de aprovisionamiento. El mercado, con sus tensiones internas, funciona como un todo que se adapta a las circunstancias.
Los precios aumentarán, si bien es el mercado quien debe regular hasta qué punto es tolerable esa subida
Las empresas, asimismo, seguimos en la búsqueda de nuevos destinos de exportación, proveedores y fórmulas para internacionalizar nuestra actividad. Esto no es solo consecuencia del contexto actual, sino uno de los objetivos estratégicos de muchas compañías que ocupan posiciones dominantes en el mercado internacional.
Para nosotros, el aprovisionamiento en nuestras áreas tradicionales, en España y, en concreto, en el Sureste (Almería, Granada y la Región de Murcia), sigue siendo capital, pero, obviamente, debemos continuar creciendo para ser competitivos en un mercado cada día más globalizado. Agroponiente está aumentando su aprovisionamiento internacional y, por supuesto, desarrollando estrategias de crecimiento en mercados que redundan en un beneficio general para toda la cadena en relación con nosotros: desde agricultores a otros clientes que, de esta manera, encuentran mayores posibilidades de negocio.