¿Siempre has estado ligada al sector de la agricultura?
Empecé en este sector porque mis padres se dedicaban a la agricultura y siempre lo he visto en casa. Es verdad que cuando era adolescente quería centrarme en otras cosas, pero, quién me lo iba a decir, llevo toda la vida en este ámbito.
Cuando tenía apenas 15 años, me iba con mi padre al almacén y le ayudaba con algunas cosas. Trabajé muchos años con él, luego monté una empresa con mi entonces marido y hace poco más de dos años nació Warakkó.
Como mujer, ¿cómo ha sido tu experiencia?
Este mundo ha estado, y por desgracia sigue siendo también, aunque cada vez menos, muy ocupado por hombres. Desde que empecé a trabajar hasta ahora he notado mucho la diferencia, y creo firmemente que ha sido por un cambio cultural.
En mis inicios notaba que los hombres no me tomaban muy en serio, pero ahora la situación ha cambiado. Aunque todavía hay muchas cosas que mejorar, creo que esta evolución ha sido gracias a las nuevas generaciones de hombres y mujeres que han llegado bajo una cultura de que todos somos iguales y todos podemos llegar a los mismos sitios. He visto una gran brecha diferencial en estos años y estoy muy contenta con cómo ha ido evolucionando.
Para mí, la mujer y el hombre son absolutamente iguales y válidos. Pero sí es cierto que cuando puedo trabajar con una mujer lo hago y siempre intento tener una relación de cercanía y ayuda. Sé que es un granito en el universo, pero por ahí se empieza. Siempre intento dar muchas oportunidades a las mujeres porque, por mi propia experiencia, sé lo difícil que ha sido llegar a donde estoy.
“Cuando puedo trabajar con una mujer, lo hago, y siempre intento tener una relación de cercanía y ayuda”
La conciliación sigue siendo un reto, ¿cómo se puede avanzar?
Creo que la conciliación es un reto, pero no sólo en este sector, en todos. Los empresarios no sólo tenemos la idea de crear una empresa en la que llevar a cabo nuestros objetivos y crear empleo, es también mejorar la sociedad, crear una cultura social, y la conciliación es una mejora. Pero para conseguirla deberíamos tener apoyo por parte del gobierno.
Las grandes compañías sí que podrían lograrlo por sí mismas, pero, por ejemplo, en mi pequeña empresa, es muy complicado por tema de salarios, de personal… Si tuviéramos algún tipo de soporte por parte del gobierno para impulsar la conciliación familiar, como empresa sería la primera en hacerlo, porque soy mujer y soy madre.
Además, es importante destacar hoy en día que en este tema hablamos mucho de mujeres, pero yo quiero hablar de igualdad. ¿Por qué las mujeres tienen que dedicarse sólo a los hijos? Hay que pensar que los padres también tienen que fomentar la ayuda y la crianza de los hijos, no sólo las madres.
“Para mí, el cambio reside en una igualdad salarial, de oportunidades y fomentar la formación”
¿Qué se puede hacer frente a la falta de relevo generacional en el sector?
Hay mucha gente que no quiere dedicarse a la agricultura porque no les resulta atractivo y la verdad es que no sé por qué. Es un mundo muy cambiante en el que tienes que estar constantemente pendiente del mercado, de la oferta, la demanda, los productos…
Para incorporar a los jóvenes, y sobre todo a las mujeres, es importante seguir fomentando el cambio cultural que comentaba antes y también es importante que se siga avanzando en la cultura interna de las empresas. En muchas ocasiones, existe una especie de sesgo en el que no se dan oportunidades a las mujeres, sobre todo en puestos de alta dirección.
Para mí, el cambio es una igualdad salarial, que en mi empresa existe; una igualdad de oportunidades, y también fomentar la formación para adquirir habilidades y conocimientos para aquellas mujeres y también hombres que quieran ocupar puestos de alta responsabilidad.
¿Qué medidas deberían llevar a cabo las empresas para alcanzar la paridad?
En mi empresa siempre intento que ambos géneros tengan una igualdad salarial dentro del mismo departamento y que tengan las mismas oportunidades. En mi caso, por ejemplo, tanto hombres como mujeres han ocupado el mismo cargo. Y pienso que de ahí viene el cambio cultural interno que comentaba en la anterior pregunta.
A lo mejor, para que se consiga tiene que haber más mujeres en puestos de responsabilidad. Pero, primero, hay que dar oportunidades. Y para dar oportunidades hay que dar formación.