Entre sollozos. Así fue el discurso de Atanasio Naranjo, presidente de Tany Nature, cuando recogió el galardón al Empresario Extremeño del Año 2017. Y tuvo un claro destinatario: las mujeres más importantes de su vida, su madre, familiares y por supuesto las 1.500 trabajadoras de su empresa en Extremadura, el Alentejo y Andalucía.
«Hace años que emprendí un camino en el que mucha gente me ayudó a superar los fracasos. Pero quiero tener un reconocimiento especial a las mujeres de Tany Nature. En especial a nuestras madres», balbuceó.
Recordó su infancia en Valdivia, pueblo de colonización, donde en aquella época no había escuelas o tradición industrial. Atanasio afirma que gracias a la educación de madres y abuelas consiguió formarse correctamente. Citó a Loli, Pepa, Santa… mujeres importantes en su vida que supieron inculcarle tanto a él como a sus hijos la cultura del esfuerzo sin la cual no se habría convertido en el ‘rey de la fruta de hueso’.
«Me quito el sombrero ante la mujer rural», concluyó el empresario, cuya central hortofrutícola de en Zurbarán factura más de 50 millones de euros al año y que vende en los mercados internacionales gran parte de la producción. Su mirada se dirige al mercado asiático.