España recibirá cerca de 27 millones de euros de la Unión Europea (UE) para ayudar a sus productores de manzanas y peras, ciruelas, cítricos y melocotones afectados por la prohibición de las importaciones decretada por las autoridades rusas, informó la Comisión Europea (CE).
De los doce países de la Unión que reciben esos apoyos, que ascienden a 70 millones de euros, será el más beneficiado.
Las ayudas forman parte de la prórroga por un año a partir del 1 de julio, hasta finales de junio de 2018, de las medidas excepcionales para ayudar a los productores de frutas perecederas afectados por el veto ruso.
De los 26,9 millones destinados a España la mayor cantidad, 14,1 millones, serán para los productores de naranjas, clementinas, mandarinas y limones, mientras que 9,7 millones se destinarán a los de melocotones y nectarinas.
Además, los dedicados al cultivo de manzanas y peras obtendrán 1,9 millones y los de ciruelas, 1,2 millones.
La Comisión introdujo estas medidas por primera vez en agosto de 2014.
Las ayudas permitirán compensar a los fruticultores europeos que opten, por ejemplo, por distribuir su excedente de producción a determinadas organizaciones (de carácter benéfico, escuelas) o darle otra finalidad (alimentación animal, compostaje, transformación).
El comisario de Agricultura, Phil Hogan, dijo que con esta nueva prórroga la UE «reitera su firme y resuelto compromiso» con los agricultores.
Según el Ejecutivo comunitario, la mayor parte de la producción afectada por la prohibición rusa de las importaciones se ha reorientado a mercados alternativos y los precios de mercado se han estabilizado.
Los agricultores perciben una ayuda financiada al cien por cien por la UE para las retiradas que se destinan a la distribución gratuita (entregadas a organizaciones benéficas).
Las frutas que se retiran del mercado, pero que no se consumen (por ejemplo, destinadas directamente al compostaje), o que se cosechan antes de estar maduras o incluso no se cosechan, reciben una ayuda inferior.