Los consumidores buscan cada vez más una vida saludable y esto influye en la cesta de la compra. Productos bio y ecológicos se llevan con más frecuencia a las neveras. Estos alimentos han pasado de venderse en tiendas pequeñas especializadas a encontrar un hueco en las grandes cadenas de supermercados.
El 20% de los catalanes consume comida ecológica al menos una vez a la semana. Además, el 5% de la población de Catalunya dice consumir alguno diariamente. Todo ello según datos del Barómetro de Percepción y Consumo de los Alimentos Ecológicos del 2015.
Hay dos razones principales para este aumento. José Antonio Valls, director de la feria de Alimentaria, explica que «los consumidores prefiere los alimentos que entienden y perciben como más seguros, de mayor calidad y más sanos».
Una tendencia que se ve reafirmada en un estudio de Aecoc. Según el documento, el 44% de los españoles ha comprado algún producto saludable en el último mes. Otro 47% considera el beneficio en su salud el principal criterio para decidir si compran un nuevo producto.
Xavier Cros, responsable de Aecoc Shoper View, destaca que «uno de cada tres españoles confiesa que el próximo año comprará más productos eco/bio». Una tendencia relativamente nueva. El 62% de los encuestados comenzó a añadir estos alimentos hace menos de cinco años, según un informe de Aecoc. «España ha empezado más tarde, pero se trata de una tendencia que cada año aumenta en adeptos», opina.
«Este boom coincide con el interés por la gastronomía. Los grandes chefs han puesto en valor lo ecológico. Estos cocineros utilizan ese tipo de productos por su calidad», explica Eduardo Irantza, profesor en EAE Business School. Además, Irantza opina que la concienciación de las empresas ha sido imprescindible para impulsar los alimentos ecológicos. «Incluso marcas blancas de cadenas de supermercados apuestan por los alimentos saludables», realza el profesor de EAE.
Sumarse al carro
Análisis compartido también por José Antonio Valls: «El mercado ecológico está evolucionando muy positivamente, con una fuerte reactivación de esta demanda premium, y consolida su presencia en la distribución organizada», dice. Las grandes superficies se han sumado al carro al reconocer la demanda.
Carrefour, por ejemplo, abrió en mayo pasado un establecimiento dedicado exclusivamente a productos ecológicos. En la tienda de Madrid venden ahora más de 1.800 productos. De este modo, ha complementado la oferta de más de 1.400 productos ecológicos que ya vendía previamente en sus supermercados.
No es la única gran superficie que aumenta su oferta. Hace tan solo dos años, Consum solo vendía 14 productos ecológicos, ahora ya tiene 90 referencias (el 40% son productos frescos –frutas y hortalizas– y el 45%, alimentación general).
Por su parte, El Corte Inglés cuenta con La Bioesfera, un espacio diferenciado dentro de sus supermercados para alimentos ecológicos, bio y de kilómetro 0. En todo el país, tiene nueve y esperan abrir el primero en Catalunya en el 2018.
Esta apuesta también se ha trasladado a la riqueza económica que generan estos alimentos. En el 2015 el sector movió 1.500 millones de euros. Esto supone un crecimiento del 24,5% con respecto al 2014, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Además, también subió el gasto per cápita. Los españoles gastaron hasta 32,3 euros en productos ecológicos en un año.
El precio, al contrario de lo que pueda parecer, no frena a los consumidores. «La predisposición a pagar más es superior si ofrece un beneficio relevante como la salud», explica Xavier Cros. Una asignatura pendiente, reconocen expertos en el sector, es la certificación. Falta una garantía que confirme que el producto comprado es realmente ecológico. «Las administraciones deben trabajar en ello», dice Irantza.
Fuente: El Periódico