Uno de cada cuatro consumidores alemanes prefiere el bio frente al convencional
Los productos ecológicos alemanes entre mayo y agosto no son suficientes para abastecer la demanda y aumentan las importaciones procedentes de España.
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Casi una cuarta parte de los consumidores alemanes compra sobre todo alimentos ecológicos, un ámbito en el que los productos frescos españoles dominan, y en el que la guía mayoritaria son los sellos que los certifican.
Los últimos datos proceden de un sondeo de la consultora PwC, que sobre la base de una muestra de mil ciudadanos mayores de 18 años publicada la semana pasada encontró que ya son el 24% los consumidores que compran sobre todo productos ecológicos, frente al 14% de hace solo cuatro años.
«La popularidad de estos productos está aumentando, especialmente en las verduras, las frutas, la leche, pero también en las salchichas», explica a Efeagro el director de venta minorista y bienes de consumo de PwC Alemania, Christian Wulff.
El 55% de los consultados en el sondeo dijeron que confían en los sellos certificadores para orientarse en sus compras de productos ecológicos, pero son todavía muchos -el 29%, según los datos de la encuesta- los que tienen una confianza «más bien baja» en aquellos y un 6% no se fían nada.
Los datos de la Federación alemana de Alimentos Ecológicos (BÖLW por sus siglas en alemán) indican que, en 2019, los alemanes gastaron en alimentos y bebidas ecológicas 11.970 millones de euros, un 10 % más que en el año precedente.
La venta minorista de estos productos tuvo una facturación de 7.130 millones de euros, un crecimiento del 11,4 %, y así esa distribución garantizó el 60% del total de la cifras que mueve el sector en Alemania.
Alemania se sitúa en el octavo puesto en todo el mundo por consumo por habitante: 132 euros anuales de media en una lista que encabezan Suiza y Dinamarca, según los datos del portal especializado Statista.
Según los que aporta la Agricultural Market Information Company (AMI), la cuota de mercado de alimentos ecológicos en todo el comercio de alimentos es de alrededor del 5,7% y las mayores cuotas de facturación en todo el mercado de alimentos se lograron con harina orgánica, con un 26%; huevos, con un 23%, y leche, con un 14,4%.
Más de 84.000 productos en Alemania llevan actualmente un sello ecológico, casi cuatro veces más que en 2004, cuando había 24.000 productos con este certificado de calidad, según Statista.
«No es tanto el sello sino dónde consigo el producto, hay una gran diferencia entre comprar productos ecológicos a través de un agricultor local o en un gran supermercado convencional, lógicamente confiaré más en la primera opción», dice a Efeagro Maike Brahms, estudiante de 20 años en la puerta de un LPG Biomarkt del distrito de Steglitz en Berlín.
Se registran precios diferentes según el comercio y, por ejemplo, en un supermercado berlinés de la cadena Rewe, media docena de huevos ecológicos cuestan 2,29 euros y en una tienda bio, Alnatura, 2,79 euros; un kilogramo de harina de trigo ecológica cuesta 0,79 euros en el primero y 1,49 euros en la segunda.
Pero en este ámbito Wulff cree que la diferencia de precios entre supermercados y tiendas ecológicas tiene más relación con la forma de producción que con la marca: «Estamos entrando en un campo difícil porque no acaba de estar claro cuándo la producción comienza a convertirse en ecológica», estima.
El mercado alemán tiene dificultades para abastecerse de productos propios y la proporción nacional rara vez alcanza el 20%; prácticamente las únicas verduras y hortalizas ecológicas de origen doméstico son las calabazas y los calabacines, según datos de la temporada 2017-2018 recolectados por el portal de internet Ökolandbau.
La fuente confirma que, entre los proveedores europeos del sector de alimentos ecológicos, las importaciones procedentes de España, Francia e Italia son casi la mitad del total y en estas predominan los productos españoles.
Incluso durante la temporada doméstica, los productos ecológicos alemanes entre mayo y agosto no son suficientes para abastecer la demanda y aumentan las importaciones procedentes de España, cuyos productos «en lo fundamental dominan» el mercado en esos meses.
Fuente: Agrodiario