Las fresas son de origen francés, según las preferencias de los 95,2% de los consumidores, envasadas en cartón reciclable y se fija también un precio considerado remunerador para el productor.
En esta “marca del consumidor” C’est qui le patrón?, el consumidor, define, mediante encuestas las características básicas del producto: tipo de cultivo, variedad, tipo de envase y precio estimado, entre las principales. En base a éstas se establece un cuaderno de trabajo y una vez validado “los productos son fabricados por organizaciones asociadas comprometidas con nosotros (pequeñas o grandes) siguiendo los mismos valores de acuerdo con las especificaciones sostenibles y responsables seleccionadas”, según explica la web: https://lamarqueduconsommateur.com/
En el caso de la fresa, que se comercializa desde el 5 de abril en supermercados Casino y en algunas tiendas E.Leclerc, y según los 5.187 encuestas respondidas, los consumidores prefieren una fresa de origen francés, tal y como ha respondido el 95,2% de los encuestados, cultivadas mediante producción integrada y envasadas en cartón reciclable. Las variedades preferidas son variedades con fruto pequeño y alargado: gariguette, ciflorette, cigaline, cirafine, y para la fresa de más calibre se eligieron las variedades: joly, dély, cléry, darselect y sweet Charlie. También se aconseja un “precio justo” fijado en función del método de producción, embalaje, etcétera.
La iniciativa Qui c’ est le patron? parte de dos organizaciones de la sociedad civil: “Gueules Cassées” que lucha contra el desperdicio alimentario y www.mesgouts.fr una plataforma online que ofrece una comparativa de alimentos según distintos criterios. De esta unión ha surgido una empresa denominada “la Sociedad de los Consumidores”, a la que se puede incorporar cualquier consumidor como accionista, según especifican en su web. “La leche justa” fue el primer producto comercializado bajo esta marca, incorporándose después otros productos como el pate y ahora la fresa, y están trabajando en protocolos para vino, chocolate o sardinas.
Para FEPEX, en este nuevo tipo de “marca de consumidor”, que se empezado a desarrollar en Francia, llama la atención la preferencia nacional mostrada por los consumidores a la hora de determinar el origen de la fresa que les gustaría adquirir, reforzando la política de preferencia nacional que constituye una barrera al libre comercio.