Todos los comercios retiraron la hortaliza de sus estanterías, a raíz de unas declaraciones de Cornelia Prüfer-Storcks, que aseguraba que la cepa mortal se hallaba en un cargamento de pepinos ecológicos procedente de Andalucía.
Días después, la titular regional de Sanidad admitía que el origen de la bacteria se encontraba en los brotes de soja de una granja de Baja Sajonia. Ya era demasiado tarde. La «Crisis del pepino» destruyó el mito de la eficiencia alemana, además de provocar pérdidas multimillonarias en las empresas comercializadoras de frutas y hortalizas en España, especialmente en Almería.
Fue gracias, en parte, a las herramientas digitales del sector y concretamente a las que desarrollamos en Hispatec que, mediante un ejercicio de “Trazabilidad Inversa”, se pudo demostrar ante las autoridades alemanas y del resto de Europa que los pepinos españoles cumplían con todas las garantías de seguridad alimentaria exigidas.
De hecho, seis años después, un tribunal de Hamburgo obligó al gobierno alemán a pagar una indemnización a dos distribuidoras españolas que se querellaron contra las falsas acusaciones.
Desde el principio aportamos la tecnología y el conocimiento necesario para garantizar la Trazabilidad desde la semilla y saber en todo momento (y en tiempo real) el origen y destino y tratamiento de cualquier lote de producto.
Nuestro responsable de “Experiencia de Cliente”, José Ramón Camacho, estuvo en todo momento al frente de la respuesta desde Hispatec para que pudieran demostrar, de forma rápida y eficaz, que los productos almerienses no eran el origen de la intoxicación alimentaria.
Diez años después nos cuenta qué se hizo en esos momentos y la importancia de la Trazabilidad como valor añadido del producto.
¿Cómo surgió la crisis del pepino y cómo reaccionaron las empresas comercializadoras?
La crisis se originó a raíz de las acusaciones de las autoridades sanitarias alemanas que culparon a los pepinos importados de España como los causantes de una intoxicación alimentaria por E.Coli que provocó más de 50 fallecimientos en el norte del país en mayo de 2011.
Las empresas comercializadoras, gravemente dañadas por las acusaciones emitidas, sufrieron pérdidas cuantiosas al producirse cancelaciones de pedidos y contratos no solo de pepino sino también de otras frutas y hortalizas, afectando geográficamente a otros países destinatarios de nuestros productos además de Alemania.
No se hicieron esperar las reacciones de las comercializadoras y, todas y cada una de ellas, se apresuraron a garantizar la Trazabilidad de sus productos comercializados con los medios a su alcance, más o menos tecnificados.
¿Cómo reaccionó Hispatec? ¿Qué supuso esta situación para la empresa?
En Hispatec ya llevábamos años, desde la entrada en vigor de la normativa europea sobre Seguridad Alimentaria, trabajando y ofreciendo a las empresas productoras y comercializadoras soluciones para el aseguramiento de la Trazabilidad y del cumplimiento de los protocolos de calidad, tanto en los cultivos como en los procesos transformadores y de expedición.
Gracias a esta anticipación muchos de nuestros clientes ya disponían de sistemas digitalizados a través de la combinación e integración de ERPagro con las soluciones y procedimientos industriales y todos los dispositivos de captura de datos disponibles. Éstas garantizaban la Trazabilidad y permitían conocer en todo momento el origen y destino de cualquier lote de producto y, en el caso de una alerta de cualquier tipo, conocer todo el histórico de ese lote y poder tomar las acciones pertinentes.
La crisis provocada en 2011 para Hispatec supuso, por un lado, una gran preocupación por todo lo acaecido y el enorme perjuicio provocado a las empresas del sector pero, por otro lado, una gran satisfacción y alivio al comprobar que los sistemas implantados funcionaron a la perfección. Esto llevó a la empresa a una posición de prestigio y a una gran demanda de clientes (y clientes potenciales) para la revisión, mejora y/o implantación de sistemas de aseguramiento de la Trazabilidad y calidad en toda su cadena productiva.
¿Qué objetivo os marcasteis ante la situación?
Ante este escenario, nos planteamos como objetivo prioritario y estratégico dar respuesta eficaz y eficiente a la alta demanda existente en entre las comercializadoras de frutas y hortalizas en cuanto a la seguridad alimentaria.
Para ello, además de seguir implantando protocolos y la tecnologías disponibles en esa fecha, impulsó distintos proyectos de I+D+i que permitieron evolucionar las soluciones tanto a nivel de precisión como de optimización de recursos y costes.
Ante la situación de crisis, ¿Cómo fue el proceso de Trazabilidad Inversa?
El concepto de Trazabilidad Inversa es fundamental en el proceso de depuración de responsabilidad durante la crisis del pepino en particular pero, en general, para cualquier reclamación ya sea sanitaria o comercial.
La Trazabilidad Inversa permite conocer, a través del etiquetado, todo el histórico de un lote de producto en destino, es decir, una vez llega al consumidor final. Tiene como finalidad conocer toda la ‘vida’ de un lote de producto desde su origen (semilla, tratamientos realizados durante el cultivo y con qué productos, huella hídrica, condiciones de recolección y transporte hasta central hortofrutícola, condiciones de almacenaje, transformación-envasado, expedición, huella de carbono, etc.).
La rapidez en una situación así fue fundamental, ¿qué tiempo llevó?
Gracias a los sistemas de información para el aseguramiento de la Trazabilidad de origen a destino en sus clientes, éstos pudieron garantizar en pocas horas que su mercancía no era la causante del brote de E.Coli detectado en Alemania como así quedó después reconocido por las autoridades teutonas y corroborado por la sentencia que falló a favor de las empresas erróneamente acusadas.
¿Qué tecnologías se utilizaron?
Tanto el registro de la información en tiempo real en un ERP, como es el caso de ERPagro de Hispatec, que está diseñado específicamente para la gestión de las empresas agroalimentarias desde el cultivo hasta la expedición y logística, como un buen sistema de explotación de la información o Business Intelligence fueron fundamentales para averiguar en tiempo récord que la mercancía exportada por nuestros clientes no tenía nada que ver con la intoxicación alimentaria.
La agricultura almeriense se ha visto sometida a diversos ataques por parte de otros países europeos, ¿se puede decir que vuestra tecnología contribuyó a “volver a salvar» la imagen de la agricultura almeriense?
Aunque inicialmente, una vez saltó la noticia, las consecuencias fueron nefastas para las empresas hortofrutícolas no solo de Almería sino de toda España, la rápida demostración del cumplimiento de los protocolos de calidad de los productos exportados vía la obtención de los informes de Trazabilidad de los sistemas informáticos implantados por nosotros ayudó, no cabe duda, a que los distribuidores de los productos españoles en Europa recuperaran confianza.
¿Cómo ha avanzado la Trazabilidad en estos años?
Como quedó demostrado hace 10 años, tanto la normativa como los sistemas estaban preparados. Es incuestionable que la tecnología avanza muy rápido y lo que hacemos desde Hispatec es dotar siempre de las mejores soluciones inteligentes existentes en cada momento para cumplir con las normativas no solo en cuestión de seguridad alimentaria sino también en cuestiones como sostenibilidad, cuidado medioambiental, responsabilidad social, etc.
Lo que si supuso un antes y un después la crisis del pepino fue en aspectos de concienciación. A partir de aquel momento muchas empresas entendieron la importancia de la Trazabilidad, de dotarse de herramientas tecnológicas y de confiar en una empresa como la nuestra para su implantación y mantenimiento.
¿Cómo estamos 10 años después?
Antes la Trazabilidad se consideraba burocracia y que, más que ayudar, eran trabas para la comercialización de productos hortofrutícolas. Hoy día esto no es así. El sector está concienciado y el aseguramiento de la Trazabilidad de los productos comercializados es reconocido como un valor añadido.
¿Podría volver a ocurrir una crisis similar?
Una década después, a diario vemos como las ‘fake news’ en las redes sociales contribuyen negativamente a la difusión de bulos que pueden perjudicar muy seriamente a un país, sector, empresa, grupo social o individuo. También es posible, aunque esperemos que nunca llegue a ocurrir, que realmente exista un problema que provoque una pandemia como la que tristemente estamos viviendo pero, lo importante, es que existan unos buenos sistemas de Trazabilidad que permitan atajar y corregir el error a la mayor brevedad posible.