Bruno Salgado lleva 15 años trabajando en una explotación de patata en la comarca de Monterrei (Ourense) y afirma que «no recuerdo nada parecido a los efectos de la helada que sufrimos este año». Su producción, alrededor de 16 hectáreas, fue arrasada por el intenso frío vivido hace algo más de una semana, aunque confía, como el resto de productores de la zona, tanto de viñedo como de patata, «en recuperar parte de la cosecha».
Ahora se ha puesto a trabajar de nuevo esa explotación y prepararla para conseguir que rebrote el tubérculo. En todo caso, tiene claro que el daño ya está hecho, «porque lo que rebrote, lo hará más tardiamente, crecerá con retraso, en pleno verano y eso hará que contemos con menos kilos para recoger», puesto que esos tubérculos «saldrán más débiles y más tarde».