La exportación como tabla de salvación de la fruta de hueso. La tendencia de que los principales mercados de los fruticultores de Extremadura se sitúan fuera de España no solo no se frena sino que se incrementa este año. Para esta campaña, recién comenzada para el grueso de variedades y bien avanzada para la cereza, dos nuevos países se incorporan al listado de destinos foráneos donde se come fruta extremeña. Uno es Tailandia, donde la cereza ha empezado a comercializarse. Otro es Argentina, que recibirá en los próximos meses ciruela, nectarina, melocotón, paraguayo… Todo tipo de fruta de hueso procedente de la región.
«Estamos ya en unos 40 países extracomunitarios, aparte de los 27 que conforman la Unión Europea. Año tras año nos volcamos en buscar nuevos mercados internacionales porque es la mejor manera de asegurar la venta de nuestras producciones», resume Miguel Ángel Gómez, gerente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex). En Afruex se integran algo más del 90% de los productores de fruta de la región. Están cooperativas, organizaciones de productores de frutas y hortalizas, agricultores individuales, sociedades agrarias de transformación y centrales.
200.000 toneladas cada año
El sector frutícola regional exporta de media 200.000 toneladas cada año, lo que supone una facturación de entre 210/240 millones de euros. En 2019, por ejemplo, la previsión es que Extremadura producirá 250.000 toneladas de fruta. De ellas, unas 200.000 irán seguro a consumidores extranjeros.
«Somos la gran despensa no solo de Europa sino también del mundo», confirma Manuel Aznar, agricultor de Novelda del Guadiana, una pedanía de Badajoz. «La globalización es lo que tiene. En ese caso nos beneficia. Dependemos casi todo de la exportación», agrega este fruticultor de 36 años.
«Otra cosa diferente es si los precios que recibimos se ajustan a la calidad de lo que producimos. Estamos en la ley de la oferta y la demanda. Y una veces nos pagan más y otras menos», señala Aznar, quien en esta campaña cuenta con 30 hectáreas de frutales. 21,5 son de ciruelas, 5,5 de melocotón y 3 de nectarina.
La campaña de la fruta ha arrancado con dos novedades. Una tiene que ver con que la marca Ciex, Ciruela de Extremadura, está ya empezando a certificar las primeras ciruelas acogidas a este distintivo de calidad, una fórmula con la que el sector desea afianzar el dominio de esta fruta. Extremadura es una de las principales productoras del mundo de esta variedad, repartida sobre todo por las Vegas del Guadiana.
El segundo hecho noticioso es la apertura de nuevos mercados. Dos nuevos países empiezan a saborear este verano fruta extremeña. Uno es Tailandia, donde llega la cereza. Otro es Argentina, para todo tipo de fruta. «Estamos a expensas de firmar el protocolo con el Gobierno argentino pero ya están cerrados los acuerdos con las empresas de ese país para las compras procedentes de Extremadura. El Gobierno va a dar permiso en unas semanas a la exportación», confirma a este diario el gerente de Afruex.
Con y sin protocolo
Miguel Ángel Gómez recuerda que el 75% de lo que produce Extremadura va con destino a la exportación y, de ahí, el 25% los clientes se ubican en países extracomunitarios, cada vez más buscados por los productores de la comunidad.
Del mismo modo puntualiza que hay dos formas para vender fruta al exterior. En un caso la de aquellos países que exigen protocolo de exportación. Son por ejemplo Canadá, México, Brasil, Sudáfrica o China. Los que no requieren la firma de un protocolo específico son la mayoría. Algunos son países árabes, como Emiratos; otros americanos, como Colombia.
«Todos los países, tanto los que exigen protocolos para introducirse allí como los que no, demandan que se cumplan con una serie de requisitos fitosanitarios con la fruta extremeña para su introducción en ese mercado. Los que sí demandan protocolos recogen, además de esa serie de requisitos sanitarios, otras exigencias administrativas y suponen, por decirlo de manera coloquial, más trabas», sentencian desde la Asociación de Fruticultores.
Manuel Aznar, fruticultor de Novelda del Guadiana, asume que la clientela extranjera es fundamental para la buena salud del sector y señala que, de una forma o de otra, la búsqueda de nuevos mercados exteriores es la obligada línea a seguir.
«El año pasado le vendimos la producción a una cooperativa de Lérida. Y esta vendió lo que compró al exterior. Este año vamos a comercializar la producción a través de la cooperativa de Novelda pero igualmente casi toda la producción va para el extranjero. Eso lo tenemos asumido», relata.
A la hora de explicar esa realidad, Aznar considera que «hay países del norte de Europa y centroeuropeos fundamentalmente, que son nuestros grandes clientes. Consume mucha fruta y les gusta también la calidad pero no tienen la capacidad de producir la fruta que nosotros hacemos aquí. Su clima no se lo permite. Por eso se fijan en nosotros», concluye.
Gómez, el representante de Afruex, avanza que las toneladas de fruta regional que han salido fuera de España «han ido subiendo los últimos años. Solo el año pasado se torció esta tendencia pero la explicación es que se produjo una bajada de la producción, no un freno del consumidor extranjero».
A su vez desde Afruex se argumenta que el mercado exterior es la principal vía de ingresos porque dentro de España nos cuesta ser más competitivos que otras grandes zonas productoras como Aragón y Cataluña. «Ocho céntimos más por kilo nos cuesta producir la fruta que a los agricultores de esos territorios a causa de una deficitaria red de transporte regional. Eso hace que tengamos que salir fuera para obtener ingresos», aclara su gerente.
«Desde siempre hemos sido exportadores, tenemos una amplia experiencia en eso. En esos mercados somos muy competitivos. Esa tendencia se ha incrementado en esta década», remata.
Desde la asociación se pone como ejemplo a la ciruela. A partir de esta campaña, Extremadura, la región principal productora de ciruela no solo de Europa sino del hemisferio norte y la que alcanza el volumen de exportación más elevado, redobla su apuesta de esta fruta como marca de distinción. La ciruela extremeña se vende ya en medio centenar de países.
Dieciséis empresas del sector se unieron para impulsar que ocho tipos de variedades de ciruela sean las que se puedan acoger a la denominación de calidad Ciex.
Desciende el consumo interior desde 2009
A los obstáculos tradicionales que deben sortear los fruticultores -bajos precios, mayor competencia y deficiente red de transporte en el caso de los productores extremeños- se le ha unido un enemigo más peligroso: la bajada del consumo en España de la fruta de hueso. «Es un problema muy serio. Cada vez se consume menos fruta de hueso en nuestro país y se está optando por otro tipo de fruta que, además no se concentra entre primavera y verano, como se produce normalmente en Extremadura, sino durante todo el año», indica Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex.