Syngenta organizó del 6 al 8 de julio pasados en Lorca (Murcia) unas jornadas de campo para mostrar sus novedades en melón y sandía a los principales operadores del sector a nivel nacional.
Entre sus propuestas, la casa de semillas presentó su nueva variedad de sandía rayada sin semillas WDL9303, en línea con su referencia en este segmento, Red Jasper. Su objetivo, según comentó Víctor García, porfolio manager de cucurbitáceas, es “completar la gama con una piel de color verde más oscuro, de modo que aguante mejor las condiciones de aire libre manteniendo un aspecto externo más bonito”.
WDL9303, que el próximo año estará en fase pre-comercial, ofrece un alto rendimiento productivo, ya que “mejoramos el número de piezas por planta”, y además cuenta con una alta calidad interna. “Es nuestra prioridad para responder a la tendencia del corte en cuartos y mitades”, buscando variedades que, en condiciones de aire libre, alcancen entre 6-8 kg de media.
Junto a WDL9303, Syngenta volvió a mostrar su negra sin semillas Jamaica, que comercializa bajo su marca Zeraim y que, en estos momentos, se encuentra en fase de introducción comercial. “Nuestro objetivo en este segmento es crear una gama de calibres igual a la que ya tenemos en sandía rayada”, afirma García.
Rompiendo esquemas en melón
La casa de semillas trabaja en dos líneas, fundamentalmente: completar su gama con nueva genética y reinventar el concepto de piel de sapo para exportación.
Con respecto a la primera de ellas, Syngenta mostró en sus jornadas de la semana pasada Graciano y Cencibel; el primero, para plantaciones de invernadero en Almería y aire libre en Murcia y, el segundo, también para su cultivo en Murcia y La Mancha. “Ambas variedades forman parte de nuestro programa de sabor de larga duración”, su nueva genética, con la que Syngenta persigue mantener el estándar de sabor de las variedades tradicionales, pero con más firmeza, durabilidad y mejor postcosecha.
Por último, con Romolo, la casa de semillas creó hace ya dos campañas una nueva categoría de melón: un piel de sapo redondo. Hasta ahora, los melones en torno a 2 kilos que se solían dirigir a exportación eran los de las puntas de rama, de modo que, a lo largo de los años, han dado lugar a una cierta reticencia por parte del consumidor. Teniendo esto en cuenta, “en Syngenta pensamos que era mejor crear un nuevo concepto”, y el resultado es Romolo.
La casa de semillas trabaja ahora en su introducción en los distintos canales de comercialización a través de especialistas en este cultivo, aunque no necesariamente en piel de sapo. “Hay empresas que querían diversificar su oferta y a las que les está yendo muy bien con Romolo”, concluye García.