En esta sesión participaron Isabel Díez, responsable técnico comercial de Bioline Iberia; Bartolomé Saro, director de Euro Pool System para el Sur de Europa y presidente de Areco; y Sergio Barberá, director de Conexión Social y de los Foros de Comercio Ético.
“Estamos obligados a ser más sostenibles”, afirmó Bartolomé Saro y apeló a la responsabilidad de las empresas para lograrlo: “Son las que más contaminan y las que más pueden hacer por mejorar”.
Para Saro, reutilización es una de las palabras clave cuando de sostenibilidad se habla; porque el problema no es el material con el que se fabrican, por ejemplo, envases o embalajes, sino el uso que se les da al final de su vida útil. El director de Euro Pool System se refirió a las 3R que promulga la propia legislación de la UE: reducción, reutilización y reciclaje. E insistió en que la reutilización es, si cabe, la de mayor relevancia: “Hay que reutilizar para reducir el volumen global de desechos”.
Pero hablar de sostenibilidad no es solo una cuestión medioambiental, sino también social, y de este segundo aspecto habló Sergio Barberá, director de Conexión Social y de los Foros de Comercio Ético. Para Barberá, “sí podemos hablar de una sostenibilidad social real en las empresas, aunque aún quedan muchos aspectos que mejorar”.
Esa sostenibilidad social se sustenta sobre cinco aspectos fundamentales: el cumplimiento de los requisitos impuestos por la ley, y que “aportan valor añadido a la empresa y la sociedad”; la puesta en marcha de sistemas de control de costes y para minimizar riesgos; la inversión en la comunidad –más del 35% de las empresas del sector han ayudado a hospitales o bancos de alimentos durante la pandemia-; el liderazgo, entendido como la apuesta por la creación de valor añadido, nuevos productos, servicios, e incluso, alianzas con otros agentes del sector; y, finalmente, la colaboración para resolver problemas laborales y sociales que redunden en beneficios para toda la sociedad.
“Ser sostenibles te permite gestionar mejor tus riesgos y evitar que te puedas hundir”, afirmó Barberá, para quien la decisión de ser sostenibles o no “la toma el líder de la empresa”. En esta línea, comentó que son, precisamente, las empresas líderes las más críticas con el propio sector y con su actividad.
De este modo, durante la sesión quedó claro que la sostenibilidad debe ser vista como una inversión a largo plazo más que como un coste, y que debe empezar en el campo, en la producción, apostando por sistemas de cultivo más respetuosos con el medio ambiente. “Las empresas deben fomentar el uso de enemigos naturales y unas buenas prácticas agrícolas”, explicó Isabel Díez, responsable técnico comercial de Bioline Iberia, quien apuntó al uso de fitosanitarios “donde en control biológico no llega”.
Asimismo, avanzó la apuesta de la firma por la Tecnología CART, una respuesta al cambio climático: “Nuestro objetivo es desarrollar sistemas de suelta adaptados a una agricultura más sostenible, teniendo en cuenta el surgimiento de nuevas plagas y su incidencia en los distintos cultivos”, concluyó.
El I Encuentro Digital de Frutos Rojos organizado por la revista Mercados cuenta con el patrocinio de Onubafruit, Syngenta y Bioline Iberia, así como con la colaboración de Interfresa, Freshuelva, Eurosemillas, Induser, Valgenetics, Berrypro y Naturplás.
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