El Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia, Rosselkhoznadzor, ha suspendido la visita que tenía previsto realizar a Turquía el mes de abril con el objetivo de evaluar la calidad de los productos turcos y, en caso positivo, levantar el embargo que rige sobre diversos productos, entre ellos tomates, pepinos, uvas, fresas, manzanas o peras.
Algunas hortalizas, frutas y otros productos agroalimentarios turcos tendrán que seguir esperando para poder acceder a los mercados de la Federación Rusa, según fuentes del Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia.
El citado organismo ruso de control de las importaciones había acordado con las autoridades turcas enviar una delegación a ese país, con el objetivo de evaluar la calidad de los productos turcos y, en caso positivo, levantar el embargo que rige sobre diversos productos, entre ellos tomates, pepinos, uvas, fresas, manzanas o peras.
Este cambio de actitud viene motivado por el hecho de que el Ejecutivo de Recep Tayyip Erdoğan decidió el pasado día 15 de marzo suspender la emisión de licencia para la importación desde Rusia, libre de impuestos, para el trigo, maíz, harina de girasol y aceite.
En un entorno político diferente, sería lógico pensar que Turquía podría incrementar la venta de sus tomates en los países de la Unión Europea (UE), pero el presidente turco está enfrentándose a los Estados miembros de la UE para mostrarse firme ante sus ciudadanos de cara al próximo referéndum en el que espera ampliar sus poderes. Erdogan ha llegado a amenazar con que “los europeos no podrán recorrer las calles con tranquilidad si la actitud hacia Turquía no cambia”.
Fuente: Hortoinfo