Cientos de personas provenientes de las regiones de Alicante, Murcia y Almería se concentraron el pasado martes frente a las puertas de la Moncloa para protestar contra los recortes previstos del Trasvase Tajo-Segura. Una reivindicación que tuvo lugar mientras se producía el Consejo de Ministros en el que se llevó a cabo la ratificación de los Planes de Cuenca. Una ratificación que supone la perpetración de un ataque sin precedentes al Levante español, cuyo crecimiento económico y social depende en gran medida de la labor del sector agroalimentario.
Una decisión que carece de justificación técnica y que deriva de la propuesta de incrementar los caudales mínimos en el eje del río Tajo, lo que supone una rebaja de los caudales susceptibles de ser trasvasados. De este modo, la Ministra Ribera ha desoído las apreciaciones del dictamen del Consejo de Estado que planteaban la descoordinación entre los Planes del Segura y del Tajo, así como la falta de transparencia en los métodos aplicados para calcular los caudales ecológicos.
La aprobación de este plan supone la pérdida de 27.314 hectáreas de superficie regable; la desaparición de más de 15.000 empleos; reducciones de valor patrimonial estimadas en 5.692 millones de euros; la eliminación de sumideros de CO2 de los cultivos vinculados a los regadíos existentes y un incremento del precio del agua de boca que paga el consumidor, como resultado de una mayor dependencia del agua desalada (más cara y contaminante). Una situación que ha puesto entre las cuerdas al sector agrario y está desestabilizando el futuro de toda la sociedad del Levante, dejando de lado los criterios de solidaridad, sostenibilidad (en todas sus vertientes) y vertebración del territorio.
Sin el agua del Trasvase nuestra estructura se derrumba
Ante esta situación, el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura ha querido poner de manifiesto de forma conceptual la afección que estas provincias podrían subir si estas previsiones se convirtieran en una realidad. Una acción que se aleja del tipo de reivindicaciones que la sociedad acostumbra a ver en esta clase de concentraciones.
¿Qué es un Jenga?
El Jenga es un juego de habilidad física en el que los jugadores se turnan para quitar los bloques de madera de una torre construida con 54 piezas, cuya inestabilidad se incrementa progresivamente, hasta que finalmente cae al retirar las piezas clave que la sostienen en equilibrio. Un juego que presenta un paralelismo real con la situación a la que se enfrenta en estos momentos el levante español, y que se incorporó como instalación durante la concentración del día 24 frente a la Moncloa.
El Jenga del Trasvase estaba compuesto por bloques de colores, cada uno de los cuales quedaba asociado a los diferentes estratos que configuran el tejido del sector agroalimentario en el Levante español: empleos, sumideros de CO2, flota de transportes y agricultura. Asimismo, en las piezas de la base se podía leer ‘Agua del Trasvase’.
Una torre que se alzaba recta y cuyas piezas encajaban a la perfección, hasta que se retiró una de los bloques de agua, lo que provocó su total derrumbamiento quedando los bloques superiores completamente destrozados. Sin el agua del Trasvase condenamos a un sector y a una región que lucha por subsistir a pesar de la escasez hídrica, y que constituye un importante porcentaje del PIB anual nacional.
La acción ha sido diseñada, coordinada y ejecutada por la agencia de comunicación BIA3 Consultores, especializada en el sector agroalimentario y estrechamente ligada a la problemática que afecta al Levante Español en estos momentos.