La Mesa del Agua de Almería ha valorado de forma “positiva” la decisión del Gobierno de España de fijar un precio máximo en el agua desalada destinada para riego. Su portavoz, José Antonio Fernández Maldonado, ha detallado que la decisión adoptada por el Gobierno “de fijar en 0,45 euros el metro cúbico de agua desalada en zona de riego es asumible para nuestro modelo agrícola”.
Fernández Maldonado ha destacado que “las gestiones llevadas a cabo por la Mesa del Agua de Almería ante el Gobierno de España en particular, y ante el resto de administraciones públicas competentes en esta materia, en defensa de un precio justo han sido por fin atendidas”.
Hay que recordar que la Mesa del Agua de Almería lleva más de tres años reclamando que el Gobierno de España estableciera “con carácter de urgencia” un precio máximo de 30 céntimos para el agua desalada con destino a riego, tal y como recoge la disposición adicional cuarta de la Ley 1/2018 de 6 de marzo. Dicha disposición adicional, en vigor desde el 7 de marzo de 2018, recoge textualmente que “el Gobierno habilitará los mecanismos de subvención necesarios a fin de que el precio del agua desalada para riego no exceda los 0,30 euros por metro cúbico”.
Realizar las mejoras previstas en desaladoras
El portavoz de los regantes almerienses también ha señalado que “tras esa noticia, lo que necesitamos ahora es que ese trabajo continúe y se realicen las inversiones previstas para las diferentes plantas desaladoras que hemos expuesto en reiteradas ocasiones, la ampliación de la de Poniente, en Dalias, también la ampliación de la de Carboneras y y la puesta en funcionamiento de la del bajo Almanzora, en Villaricos, que lleva una década sin poder usarse”.
También, ha destacado Fernández Maldonado, “hay que trabajar en la instalación de energías renovables asociadas a las plantas desaladoras ya que conseguiría rebajar el precio de la electricidad que se produce en el ciclo de generación” ya que, ha proseguido José Antonio Fernández Maldonado, la situación para el regadío “es muy dura porque dependemos de la energía eléctrica, cuyo precio se ha disparado, además de las subidas en los costes de producción que también se han encarecido bastante”.