Menos agua para los cultivos, más para el turismo. España prioriza el consumo humano al regadío y los agricultores de las zonas turísticas pueden verse más perjudicados en el reparto que el resto. Es el caso de la provincia de Almería, donde unos 2.500 afectados amenazan con movilizaciones tras un recorte inesperado en estas semanas. La desaladora de Carboneras, dependiente de la empresa estatal Acuamed, está suministrándoles hasta un 30% menos que otros años por un nuevo cliente prioritario: el Ayuntamiento de Vera, municipio turístico que en estas semanas multiplica su población.
«No queremos enfrentar agricultura y turismo, pero nos han recortado en el peor momento«, explica el portavoz de la Mesa del Agua en Almería, José Antonio Fernández. Es el representante de los regantes de la provincia, que esta semana amenazaron con movilizaciones en una primera concentración que ya reunió a un millar de personas. Los afectados cuentan con 7.000 hectáreas de la comarca de Níjar y parte de Almería capital, donde se cultivan tomates, calabacín o pepinos y hay una gran dependencia del riego en estos meses de verano. De momento, han tenido que retrasar el inicio de las plantaciones en la mitad del terreno.
Desde principios de siglo, reciben agua de la desaladora, aunque no se habían enfrentado a este problema hasta ahora. Acuamed, la empresa gestora, tiene desde hace dos años entre sus clientes al municipio de Vera. Según los datos facilitados por los regantes, la localidad ha multiplicado por seis su consumo: de unos 2.200 m³ diarios a un pico de 14.000 m³.
Desde Acuamed reconocen que el recorte ha sido motivado porque el Ayuntamiento de Vera y Galasa, empresa de suministro del agua de varios municipios, están solicitando “más agua que en años anteriores”. Como recuerdan, la norma obliga a priorizar el abastecimiento a poblaciones sobre el regadío, por lo que, con el Ayuntamiento de Vera solicitando más recursos, deben primar su dotación. Y apuntan: si los regantes “tuvieran una mayor regulación”, podrían almacenar agua en los meses del resto del año y prepararse para la llegada de turistas en verano.
«Es cierto que, al final, a todos nos sobra agua en invierno», expone el portavoz de los regantes, que en meses de invierno destinaban los recursos sobrantes al embalse Cuevas de Almanzora. Por este pantano, a un 16,7% de su capacidad, pasa la solución propuesta por el sector. “Ahí hay 27 hectómetros cúbicos, y parte de esa agua tiene nombre y apellidos: es de los regantes, que, cuando van teniendo excedentes, lo depositan allí”, reivindica Fernández.
Los regantes han solicitado una reunión a la Junta de Andalucía para pedir una cesión del agua del embalse durante las próximas semanas. Su versión es que los recursos actuales de los que dispone el pantano son “suficientes”, y lo que se extraería, en torno a 0,4 hectómetros cúbicos, se repondría entre diciembre y febrero, cuando “los días son más cortos” y “necesitamos menos dotación”. “Cada año sobran sobre cuatro hectómetros cúbicos en esas fechas”, apuntan. Si no se les da una solución, amenazan con movilizaciones.
El Gobierno tiene en marcha un proyecto para construir la cuarta desaladora en el levante almeriense con una inversión de 100 millones de euros. Además, la mejora de estas infraestructuras ya en funcionamiento como Carboneras permitirá ampliar la capacidad de suministro en la zona, donde los acuíferos están bajo mínimos desde hace años. Por su parte, la Junta ha activado un plan de 4.000 millones para paliar los efectos de la sequía en el próximo lustro. Tras el verano, se avecinan más restricciones.
Noticia extraída de El Confidencial