Durante la campaña pasada, las cotizaciones alcanzadas en frambuesas, moras y arándanos se situaron por debajo de la fresa. ¿Hemos llegado al techo en estos productos, está el mercado saturado?
En el mercado hay una gran cantidad de fruta con muy poca diferenciación, por lo que, al final, el precio se convierte en un factor determinante, todo se reduce a una carrera por ofrecer el precio más bajo. En Soloberry nos queremos desmarcar de esa tendencia, ofreciendo berries con un valor diferencial. Esta es nuestra estrategia de negocio y en la que radica el éxito de la entidad.
Partiendo de esa premisa, ¿cuáles son a corto plazo sus objetivos?
Para nosotros, el gran reto es ganar cuota de mercado tanto en Europa como más allá de estas fronteras. España es un gran mercado que no podemos olvidar. Con más de 46 millones de habitantes, su consumo de berries es aún bajo si lo comparamos con otros países como Reino Unido o Alemania, y casi insignificante si hablamos de arándanos, moras o frambuesas. Tenemos que aprovechar el boom que viven las berries como frutas saludables y trabajar para que el consumidor conozca no solo la fresa, sino también las frambuesas, moras y arándanos, porque es ahí donde podemos tener tasas importantes de crecimiento.
“ Trabajamos en un programa de mejora varietal propio de la mano de la Asociación NIAB EMR en Reino Unido
Centrándonos en el arándano, ¿cómo ven este mercado?
Para nosotros es una de las áreas más emocionantes. Las tendencias muestran que América del Norte y del Sur siguen siendo los actores principales en cuanto a arándanos. Los primeros como consumidores y los segundos como productores. Por lo tanto, tenemos mucho que aprender de ellos. También es cierto que las producciones están creciendo en Europa y África; y aunque Reino Unido es uno de los países con mayor consumo de esta fruta, en el resto del continente europeo hay un gran potencial aún sin explotar. En España, por ejemplo, la producción está creciendo, pero el consumo sigue muy estancado, y eso es algo que queremos cambiar.
Desde el punto de vista varietal, ¿cuáles son sus principales exigencias?
Como parte de nuestra estrategia de negocio, queremos convertirnos en un actor principal dentro del negocio mundial de berries y, para ello, tenemos que disponer de las herramientas necesarias para poder exportar a cualquier parte del mundo. En este sentido, necesitamos las mejores variedades: es decir, fruta con vida útil, firmeza, resistente a bajas temperaturas, sin que todo esto afecte a su sabor y aspecto exterior. Desafortunadamente, aunque en los últimos años han surgido nuevas variedades de fresas, todas ellas siguen ofreciendo lo mismo, no hay una que realmente sea innovadora. Para que nuestro sector crezca, necesitamos algo diferente. Por ello, en Soloberry estamos trabajando en un programa de mejora varietal propio, de la mano de la Asociación NIAB EMR en Reino Unido.
Para llevar a cabo toda esta innovación, la digitalización es casi imprescindible. ¿La encontramos también en Soloberry?
Así es, y cada vez somos más conscientes de lo que las nuevas tecnologías pueden aportarnos, sobre todo a la hora de comunicarnos con nuestros productores. Desarrollar el marketing digital también es clave para una entidad como la nuestra, que ya cuenta con una marca establecida, Soloberry®. En Asia es donde más estamos trabajando en este sentido, pues se trata de un mercado donde tener marca es casi imprescindible. Queremos también dar a conocer la historia que hay detrás de cada productor y, para ello, las redes sociales son una herramienta clave donde queremos ganar presencia.