La alcachofa, de origen mediterráneo , fue introducida en Francia por Catalina de Médicis cuando salió de Florencia para casarse con el futuro rey Enrique II. En ese tiempo ya se prestaba a este vegetal de flores con innumerables virtudes afrodisíacas, también terapéutica, en particular contra el insomnio, trastornos renales, etc…
Considerado durante mucho tiempo un lujo reservado a la Corte, fue aumentando su consumo en Gran Bretaña unos años antes de la Revolución, sobre todo gracias a la variedad Camus en 1810.
La disminución del consumo
Según las estadísticas, el consumo de las alcachofas por hogar y año ha descendido significativamente en los últimos años, con una disminución del 25 % en 5 años. Casi el 74 % de las compras las realizan consumidores de más de 50 años – de manera que que representan sólo el 46 % de la población – y menos del 20 % en las familias con niños. Siempre de acuerdo a las cifras, las pérdidas sufridas desde 2008 hasta 2012 nos hablan de a 860.000 hogares, y a un acto de compra por familia al año.
Campaña «Glamour»
Llamar la atención sin chocante, es el objetivo de la campaña denominada «Glamour » que lanza Prince de Bretagne, con el fin de acercar la alcachofa a los consumidores: la combinación de la estética, el humor y la sensualidad, la campaña se basa en el placer de cocinar esta verdura en agua o vapor, y se puede comer de forma sencilla, hoja a hoja, hasta el corazón.
La campaña se desarrollará en distintos medios de comunicación durante el próximo mes de junio.