Preocupación por el incremento normativo derivado del Covid-19
El secretario general técnico de la Asociación ha destacado el ejemplo de responsabilidad social que han dado las empresas y los empleados de los supermercados.
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Felipe Medina, secretario general técnico de ASEDAS, ha intervenido hoy en el Grupo de Expertos de Mercados Agrícolas, Mercados y Comercio de la Comisión Europea, que está recopilando las lecciones aprendidas y las buenas prácticas llevadas a cabo durante la pandemia Covid-19, así como áreas de mejora de cara a crisis futuras.
Medina ha descrito como, a lo largo del último año, la distribución alimentaria en España ha dado un ejemplo de responsabilidad social, implementando con rapidez –incluso, en muchas ocasiones, adelantándose a la normativa- las medidas necesarias para la protección de empleados y clientes. Especialmente en los primeros momentos de la pandemia, la posibilidad de tomar decisiones con flexibilidad y celeridad fue un factor clave para que, en ningún momento, se produjera desabastecimiento en las tiendas y para que España haya sido reconocido como el país de Europa con menos rotura de stock. “Nuestros empresarios asumieron, desde el primer momento, el compromiso de que no habría desabastecimiento”, ha dicho.
Por lo tanto, como ha destacado Felipe Medina, “durante todo este año tan complicado, las empresas de supermercados en España han demostrado ser un sector cien por cien confiable, así como su compromiso con su misión de servicio social, que no es otro que llevar una alimentación variada, segura y a precios competitivos a todos los ciudadanos, muy cerca de sus casas. El cumplimiento de este compromiso en condiciones muy dificultosas e inéditas ha sido una muestra de la confianza que, tanto los ciudadanos como las administraciones, pueden depositar en las empresas y trabajadores que forman este sector”.
Desde esta muestra de compromiso, una de las enseñanzas de la crisis sanitaria es la necesidad de volver cuando antes a la normalidad normativa. La actuación de las empresas de supermercados en los primeros momentos de la pandemia demuestra que, ahora más que nunca, la sociedad necesita menos y mejor regulación. Medina ha hablado, por ejemplo, de eliminar normas innecesarias, limitar la burocracia, evitar rupturas de la unidad de mercado, usar la declaración responsable como forma de conceder autorización en materias reguladas o generalizar el silencia administrativo positivo siempre que sea posible, entre otras.
El hecho es que, según un informe de CEOE, el incremento de nuevas normas (europeas, generales, autonómicas y locales) que se han de aplicar en el sector de la distribución alimentaria ha sido del 572%. Este hecho genera enormes dificultades y costes para el sector que, a medio plazo, pueden lastrar la sostenibilidad del empleo y el futuro de los propios negocios.
Por último, Medina ha subrayado, “el enorme esfuerzo y el espíritu de sacrificio de los más de 260.000 trabajadores de nuestras empresas, que ha sido ejemplar”. En este sentido, una de las primeras consecuencias de la pandemia es el merecido reconocimiento social de todos los empleados de los supermercados, especialmente los de las tiendas, que han estado muy cerca de los clientes ayudándoles con sus dificultades particulares. “El valor que la proximidad tiene para los consumidores se ha personificado, durante la crisis sanitaria, en cada uno de los trabajadores de los supermercados”, ha dicho el secretario general técnico de ASEDAS.