Afrontamos 2022 con optimismo. Los dos últimos años han sido positivos para las empresas de nuestro sector a nivel económico y son muchos los proyectos que tenemos entre manos, aunque no podemos pasar por alto la inflación actual. Los precios están subiendo mucho y eso, evidentemente, nos afecta directamente y también a nuestros clientes y su capacidad de compra.
Todo apunta a que, hacia el final del primer trimestre del año, la situación se habrá normalizado y, en el caso concreto de los precios, lo harán a mitad de 2022. Sin embargo, dudo que volvamos a niveles anteriores a la crisis.
Precisamente por ello, en Ramiro Arnedo, intentaremos aumentar la rentabilidad de nuestros programas de investigación en pimiento, lechuga, berenjena, melón, tomate y cebolla; y para ello, abogamos por una mayor internacionalización. Creemos que este es el camino a seguir actualmente, más que incorporar nuevos programas de mejora.
Esto no significa que dejemos de lado las inversiones en I+D. Es más, estoy convencido de que el miedo a invertir es lo que más daño puede hacer a cualquier empresa; por eso, debemos ser cautos, tener cuidado, pero seguir avanzando.
De momento, el COVID-19 sigue impactando de forma muy importante en el día a día de la sociedad, y ya no solo desde un punto de vista sanitario. Los precios de la energía y otros productos básicos continúan al alza, y esto, cómo no, repercute en el estado de ánimo de todo el mundo. Aun así, sigo siendo optimista, quizás porque, para mí, la clave para salir de esta crisis está en las personas y confío en ellas. Pese a todo, no debemos engañarnos, nos espera un tiempo de mucho trabajo porque el mundo está cambiando.
Capacitación, aumento del know-how, crecimiento, internalización, informatización, automatización y, cómo no, aumentar la rentabilidad son fundamentales para afrontar un futuro incierto. En nuestro caso, seguiremos invirtiendo en I+D como hasta ahora (más del 25% de nuestra facturación anual), con el objetivo de desarrollar nuevos proyectos, y lo más importante es que lo vamos a hacer yendo todos los días a trabajar a una empresa familiar, que se preocupa por las personas. Y esto es algo que no queremos, ni debemos, perder.