«Nutriscore es sencillo, pero profundiza nutricionalmente muy poco»
Los productos protegidos, como las denominaciones de origen, tienen un difícil encaje en Nutriscore y considera que es más importante centrar el debate en las dietas saludables que centrar el foco en los alimentos.
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El director del Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología, Andreu Palou, ha abierto la segunda jornada del 18º Congreso de Seguridad Alimentaria y Calidad con un análisis sobre la estrategia From Farm to Fork (F2F), que define el marco de actuación en la UE en el ámbito de sostenibilidad y salud alimentaria. Palou ha lamentado el retraso de 12 años que se acumulan para el establecimiento de perfiles nutricionales y ha valorado la aplicación de etiquetas con información nutricional en los alimentos, como Nutriscore, que podría implantarse en España en el primer semestre de 2021. “La ventaja de Nutriscore es que es un sistema sencillo, pero profundiza muy poco en la información nutricional de los productos”.
Palou ha considerado que productos protegidos, como pueden ser las denominaciones de origen, tienen un encaje difícil con sistemas como el de Nutriscore. “Productos como el aceite de oliva o los ibéricos no tienen posibilidades de reformularse, por lo que seguramente deberán excluirse y contar con un tratamiento especial”, ha avanzado.
El director del LBNB considera que este tipo de etiquetas acaban siendo la principal información nutricional que recibe el consumidor, por lo que acaban sustituyendo los perfiles nutricionales, que incluyen información concreta sobre los componentes y cantidades de los productos. “Nutriscore es una etiqueta muy integradora, pero sus cálculos no son visibles; otros sistemas parecidos, como el semáforo instaurado en el Reino Unido, son más completos, pero quizás redundantes con la propia declaración nutricional”.
Palou ha concluido valorando que “lo más adecuado es hablar de dietas saludables, más que de alimentos saludables, porque las cantidades y la variedad alimentaria es importante a la hora de determinar cómo afectan determinados productos sobre la salud de las personas”.
Genómica y el futuro de la alimentación
El Congreso AECOC de Seguridad Alimentaria y Calidad también ha contado con la participación del vicepresidente de I+D en Nutrición y Salud de ADM, Daniel Ramón, que ha analizado el papel que jugará la genómica en el futuro de la alimentación.
Ramón ha identificado entre los principales retos actuales para el sector de la alimentación cuestiones como el hambre, la sobrepoblación, los cambios en las tendencias de consumo, el aumento de la esperanza de vida de la población y la obesidad, entre otras cuestiones. “La obesidad predispone a patologías como la diabetes o el cáncer y eso es un riesgo para la salud y supone un gasto sanitario muy importante”, ha explicado. De hecho, ha citado un estudio del Hospital del Mar que sitúa en un 80% el porcentaje de varones con obesidad que habrá en España en 2030, por un 55% de mujeres, lo que conllevará un gasto de tres billones de euros.
El portavoz de ADM considera que la genómica dará respuesta a muchos de estos retos. “Sabemos que hay muchas patologías que provocan cambios en el microbioma digestivo y que, identificándolas, podemos prevenirlos a través de la dieta”, ha avanzado, a la vez que ha afirmado que la genómica aplicada en el sector alimentario supondrá avances en salud, pero también en la sostenibilidad, calidad y seguridad alimentaria en la producción de productos.
Ramón ha asegurado que la integración de la genómica en la producción de alimentos “no es ciencia ficción”, y ha citado el caso de empresas que, por ejemplo, replican las proteínas de la leche de vaca para aplicarla en lácteos veganos, producen compuestos aromáticos con un impacto medioambiental mínimo o, incluso, son capaces de secuenciar el microbioma de los consumidores para sugerirles dietas personalizadas.