En 1993 se formó el Partido de la lndependencia del Reino Unido (UKIP) alcanzando un tercer lugar en las elecciones europeas de 2004, el segundo en las de 2009 y resultando ganadores en 2014 frente a conservadores y laboristas que siempre habían ostentado esta posición. Se convirtió en un partido influyente en la consecución de un nuevo referéndum sobre la salida de la Unión Europea.
En 2016 finalmente se llevó a cabo y resultó favorable a la salida, reflejando a su vez una sociedad muy dividida, con unas presiones de parte de la ciudadanía cada vez mayores para dar marcha atrás al Brexit. En 2017 se inició el complejo proceso y no se acaba de cerrar un acuerdo para la salida. La Unión Europea se ha visto en la tesitura de aprobar una tercera prórroga, a la que inicialmente se oponía Francia. Se espera que finalmente se resuelva antes de la finalización de esta nueva prórroga fechada el 31 de enero de 2020 debido a la complicada situación interna mediante unas elecciones generales previstas para el 12 de diciembre que definirán muy probablemente un posterior acuerdo sobre el tipo de Brexit.
El complejo proceso del Brexit y la incertidumbre que genera en el mercado ha afectado económicamente a Reino Unido en la actualidad y las probables consecuencias a medio y largo plazo dependerán del escenario al que finalmente se acojan. A España también le afecta en sus exportaciones ante países competidores como Marruecos con unas condiciones actuales que le favorecen debido a un reciente acuerdo comercial con Reino Unido por el que la exportación de frutas y hortalizas estará exenta de aranceles.
El acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido no ha sido fácil, al tener ambas partes que hacer equilibrios para no renunciar a sus líneas rojas como en el caso de Irlanda del Norte, en el que se ha evitado volver a dividir la isla de Irlanda como antaño. A su vez se persigue que los aranceles que correspondan a la UE se puedan recaudar en aquellas mercancías que entren por Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido, y que se dirijan a los clientes de Irlanda del Norte en el resto de la isla fuera de la jurisdicción del Reino Unido. También cabría la posibilidad de que pueda ser una brecha hacia la Unión Europea para los productos de Marruecos, Sudáfrica o cualquier otro de los 50 países aproximadamente con los que han firmado acuerdos comerciales.
La Unión Europea se asegurará la recaudación de sus aranceles es que Irlanda del Norte los recaude para todos los productos a la entrada, debiendo solicitar el importador la devolución de los aranceles para aquellos productos que justifiquen que no han sido destinados a la Unión Europea. Estos nuevos costes administrativos que debe soportar el importador de Irlanda del Norte le suponen un menoscabo a su competitividad. Para España, en cambio, si se mantiene la pérdida de valor de la libra frente al euro le afectará a su balanza comercial por una más que probable reducción de sus exportaciones a este país.
Fuente: A en Verde Por ROBERTO BELMONTE