Nueve temporeras inmigrantes han denunciando ante la Guardia Civil en las últimas horas presuntos abusos laborales y sexuales en una finca de la provincia de Huelva donde han acudido a trabajar con contrato en origen para la recolección de los frutos rojos.
Estas inmigrantes marroquíes han comparecido ante los medios de comunicación a las puertas de la Inspección de Trabajo de Huelva junto al diputado nacional de Podemos Diego Cañamero, quien ha explicado que las denuncias se interpusieron ante la Guardia Civil, en El Rocío (Huelva).
Ha precisado que cuatro de ellas han relatado presuntos abusos sexuales, llegando incluso a identificar a una persona, y el resto explotación laboral al no cumplirse las condiciones de trabajo.
Cañamero ha indicado que todas ellas han denunciado «con mucho miedo y la hemos tenido que sacar de la finca, la hemos trasladado a un pueblo para pasar la noche y ahora intentaremos que se las proteja para que las denuncias sigan su curso y lleguen a buen puerto».
El objetivo, ha precisado es que «la Junta de Andalucía las proteja en un sitio decente donde puedan tener un control de las denuncias, puedan ratificarla ante el juez y seguir adelante con el procedimiento».
Algunas de las afectadas han narrado ante los medios que el jefe de la finca en la que trabajan las trata «mal», que en la casa que se les ha ofrecido «viven seis personas y faltan muchas cosas» y que «tiene pagar por tres horas al día de agua y luz que muchas veces no se respetan, hasta el punto de que a veces han llegado del trabajo y no se han podido duchar».
Han indicado que «algunas han sido víctimas de abusos por parte de uno de los encargados que las amenazaba para ir con él y mantener sexo».
Según ha relatado, venían a Huelva con «un contrato de 40 horas y con la vivienda pagada y no ha sido así», al tiempo que señalado que, desde el principio, a las nuevas «se les exigía que sacaran la misma producción que a las repetidoras, cuando aún no sabían cómo hacerlo»; además, desconocen cuánto les tienen que pagar.
Toda esta situación, han señalado, las hace sentirse mal y que sientan «vergüenza» de volver a su país, en el que «han dejado a sus familias por conseguir un dinero que les es muy necesario».
Cañamero ha apuntado, además, que esta situación «no es nueva» que llevan muchas campañas denunciando «la explotación existente en los campos onubenses» y que, aunque hay agricultores «honestos y trabajadores que hacen las cosas bien», hay «otros muchos que se aprovechan y compiten con sus productos en el mercado Europeo a base de explotación laboral».
Por ello, ha reclamado, entre otras cuestiones, que se aumente el número de inspectores para que «acudan a diario a las fincas» y que se vinculen las ayudas de la PAC a los agricultores al cumplimiento de las condiciones laborales.
Esta denuncia se suma a la interpuesta por otra temporera el pasado viernes también por explotación laboral y a la detención de un encargado de una finca de Moguer por presuntos abusos sexuales y coacción a al menos cuatro trabajadoras.