La campaña de recolección de cítricos está a las puertas de su arranque en lo que se refiere a la variedad más temprana, la satsuma,y con halagüeñas expectativas. A la espera de los datos oficiales del aforo de la campaña que está previsto que mañana haga públicos la Conselleria de Agricultura, la Unió de Llauradors y Ramaders estima que la cosecha de este año superará entre un 15% y un 20% las cifras del pasado año. «Muy similar al aforo de la campaña de hace dos años», comenta Ramón Mampel, secretario general de la Unió de Llauradors y Ramaders del País Valenciano.
En total, a lo largo de toda la temporada, el sector, incluidos los recolectores a pie de campo y los trabajadores de los almacenes, ocupará a unas 25.000 personas en la provincia de Castelló, igualmente según estimaciones de la mencionada organización agraria. En el conjunto de la Comunitat Valenciana ese dato trabajadores que empleará el sector citrícola se eleva a unos 100.000.
El dirigente de la Unió señala que el apartado de la contratación de trabajadores está casi en exclusiva en manos de las cooperativas y las ETT. «Hay muy pocos agricultores que se recolecten su propia cosecha».
Mampel advierte de que el sector puede encontrar dificultades para cubrir la demanda de mano de obra, sobre todo en el apartados de la recolección, por el aumento de la contratación en otros ámbitos como el turismo y el repunte de la construcción, «aunque probablemente se cubra toda la demanda», precisa el dirigente de la organización agraria.
Mampel asegura que la campaña de recolección prácticamente ya ha comenzado sobre todo en las variedades más tempranas.
El secretario de la Unió de Llauradors resalta el beneficio de las lluvias caídas en las últimas semanas para la cosecha. «No han perjudicado a la cosecha. Lo preocupante sería que las lluvias irrumpieran en plena campaña de recolección de las clemenules y navelinas, en el mes de noviembre, que prácticamente significan el 50% del total de la cosecha de cítricos de la Comunidad Valenciana», asevera. «Si llueve ahora, que aún está verde y dura, será bueno para que aumente el calibre, pero si lo hace cuando ya está madura ha riesgo de que aparezcan los hongos y habrá problemas como hace dos años, que se registró la pérdida de 600.000 toneladas por esa causa», concluye Ramón Mampel.
Fuente: Levante EMV