«Necesitamos que haya un planteamiento general de defensa de la agricultura mediterránea», ha afirmado Puig, que ha subrayado que «se necesitan soluciones integrales más allá de Mercosur» puesto que «el sector de los cítricos se ve acosado por distintas cuestiones».
Así se ha expresado el jefe del Consell ante los medios de comunicación tras la reunión que ha mantenido con la comisaria Malsmtröm y con el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, Jyrki Katainen para tratar las consecuencias del tratado comercial acordado entre la Unión Europea y Mercosur.
El titular del Consell, que ha defendido que sean la propia Comisión Europea y sus departamentos afectados los que pongan en marcha dicha comisión, ha asegurado que esta propuesta «podría producir una alianza» entre países con problemas comunes en este sector.
Por ello, el presidente ha abogado por una «mirada mucho más amplia» que aborde los problemas «en su integridad», analizando desafíos como el veto ruso o la entrada del producto de Sudáfrica o Egipto, cuestión respecto a la cual Puig ha reclamado la «acción directa» de la Comisión al considerar que «hay una competencia desleal objetiva» que daña a la producción europea.
Además, Puig ha mostrado su preocupación por la vigilancia aduanera en el puerto de Rotterdam, por donde entra una gran parte de los productos agrarios al continente. «Creemos que no hay suficiente vigilancia en las aduanas de Rotterdam», ha lamentado el presidente, quien ha afirmado que la falta de vigilancia pone en riesgo la reciprocidad entre países exportadores e importadores.
A este respecto, ha recordado que en todos los tratados de comercio europeos se aseguran al ciudadano las garantías fitosanitarias y de seguridad alimentaria, indicaron desde la Generalitat Valenciana. Por ello, ha señalado que «se necesita más inspección y más seguridad para que nadie haga trampas».
Por otro lado, ha considerado que el sector cítrico necesita «no solo campañas defensivas» sino «proactivas en el consumo interno y externo». Por ello, el presidente ha mostrado la predisposición del Consell para «trabajar conjuntamente» en el lanzamiento de campañas en defensa del cítrico.
HAY TIEMPO PARA MERCOSUR
El titular del Consell ha explicado que a inicios de la semana que viene se conocerá el acuerdo UE-Mercosur en su conjunto, con lo que se podrán analizar las repercusiones más concretas del tratado.
De los primeros análisis se desprende que, por una parte, los sectores industriales, como textil, calzado o cerámica se puedan beneficiar de la bajada de aranceles, mientras que, por otra parte, el sector agrario puede tener cierta afectación.
Según el jefe del Ejecutivo valenciano, y también respecto al tratado, la actuación del Consell debe encaminarse a que «las partes positivas del tratado se puedan desarrollar y que, al mismo tiempo, los inconvenientes que puedan producirse en el campo agroalimentario se superen».
«Tenemos tiempo», ha afirmado Puig, que ha afirmado que se abre un plazo de un año hasta la aprobación del tratado por parte de la Comisión Europea y otro más hasta su paso por el Parlamento Europeo para su definitiva ratificación.
Por ello, el presidente ha emplazado a la comisaria de Comercio a establecer futuras reuniones de trabajo durante los siguientes meses para perfilar el acuerdo final antes de su aprobación definitiva por parte de las instituciones comunitarias.
Por otra parte, Ximo Puig ha aprovechado su viaje a la capital comunitaria para mantener una reunión con el presidente de la Agencia Europea para las Pequeñas y Medianas Empresas (Easme).