España está en plena temporada de cosecha de cebolla de grano o de conservación, la más representativa en volúmenes y calidad. Aunque todavía queda el mes de septiembre y parte de octubre para que termine la cosecha, las previsiones apuntan a que habrá menos volúmenes disponibles y escasearán los calibres grandes. Debido al duro revés que tuvieron los productores de cebolla españoles durante la campaña pasada por los bajos precios, la superficie de siembre de cebolla se había reducido ligeramente para esta temporada, a lo que hay que sumar los bajos rendimientos ocasionados por las olas de calor.
“Hemos tenido dos meses de excesivo calor durante junio y julio, meses en los que se desarrollan los bulbos de la cebolla de conservación. Las abundantes noches con temperaturas entre 25 y 30 grados han acelerado el ciclo de las plantas, impidiendo que se desarrolle el bulbo con su debido tiempo. Por tal razón, si las cosas no cambian durante este mes, de momento hay mucha abundancia de cebolla mediana y pequeña y escasean los calibres grandes”, explica Alfonso Tarazona, presidente de la Asociación Española de Cosecheros y Exportadores de Cebolla.
De acuerdo con el representante, de entrada ya hay una reacción en los precios del mercado. “Las cebollas grandes son más caras por la baja disponibilidad. Aún falta saber como vendrán las cosechas en el resto de Europa, pero de momento parece que la tendencia será esta”, indica.
De momento, los resultados para la cebolla temprana o spring han sido negativos en precios, ya que, “aunque la cosecha no se ha visto afectada en los calibres por las olas de calor porque el ciclo de la planta ya estaba muy adelantado, sí ha chocado con la abundante cantidad de cebolla almacenada de la campaña pasada”, recuerda Alfonso Tarazona. “Y es que en el anterior ejercicio se redujo la exportación de cebolla tanto a Europa como a países terceros porque hubo una cosecha excesiva en casi todos los países productores e importadores”, añade.
No obstante, de acuerdo con el presidente de A.C.E.C., aunque los volúmenes de exportación a países terceros bajó la campaña pasada, se ha seguido exportando a destinos que se han abierto recientemente, como Taiwan, Brasil, Estados Unidos o Canadá, y se mantiene estable en volúmenes en los países de Oriente Medio, donde se decantan por cebolla blanca en más cantidad que por la amarilla o la roja.
“Cabe resaltar que la cebolla española está demostrando que donde llega es para quedarse.Nuestra cebolla puede llegar donde nos propongamos, por la forma en la que se está trabajando en los últimos años. Sus mejores bazas para competir son su calibre, aspecto, sabor y vida útil, que se alarga cada vez más con las nuevas variedades que disponemos. España está mejorando mucho su servicio y los exportadores están cada vez más profesionalizados”, afirma Alfonso Tarazona.
Fuente: Freshplaza
