Alfredo Miralles Guirao, Uvasdoce: «Más y mejor diálogo con la distribución»
Entre los muchos retos que afrontamos, está la carencia de diálogo que ha existido a lo largo del tiempo entre productores y cadenas de supermercados.
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Son muchos los retos que se nos presentaron el pasado 2020, un año muy complicado para muchos. Comenzamos con el puño en alto, reclamando condiciones y precios justos para nuestro sector, el agrícola, que pese a la situación que vivía, y sigue viviendo, ha demostrado ser primordial y se ha hecho valer, sobre-esforzándose para abastecer a la población y los supermercados ante la crisis de la COVID-19, que por desgracia sigue presente en este 2021.
Entre los muchos retos que afrontamos, está la carencia de diálogo que ha existido a lo largo del tiempo entre productores y cadenas de supermercados. No obstante, hemos de remarcar que, en los últimos años, dichas cadenas están empezando a apostar por la relación productor-cliente final con el objetivo de ofrecer confianza, calidad y seguridad alimentaria.
Asimismo, el crecimiento de las empresas hortofrutícolas, en nuestro caso, de la uva, se hace complicado, entre otras cosas, por la falta de recursos hídricos. Debido a su insuficiencia, los costes en campo se disparan, dificultando así que podamos ofrecer precios más competitivos y rentables.
Además, entre los requisitos para un crecimiento sostenible, está la necesidad de una política unificada y justa para el sector, como exigíamos a comienzos del año 2020. Una política que ayude a nuestras empresas a poder mejorar las cadenas de producción y, de esta forma, garantizar los estándares de calidad que todos los productos y clientes finales necesitan. Pero no solo esto. A toda esta problemática se suma también la dificultad para encontrar mano de obra con poca rotación, complicación que llevamos arrastrando muchos años y que se acentúa con la crisis de la COVID.
Sin embargo, nosotros ya estamos realizando un gran esfuerzo para mejorar esta relación y el diálogo, y así poder crecer de acuerdo con los gustos de nuestros consumidores, seleccionando las variedades que los mercados nos solicitan, siempre primando el sabor y la calidad.
En definitiva, pese a todos los retos y dificultades que se nos han presentado, el sector hortofrutícola se ha visto reforzado y esperamos que en un futuro próximo nos veamos recompensados.