El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vice primer ministro de China, Liu He, formalizaaron este miércoles la paz comercial entre ambas potencias mediante la firma, en la Casa Blanca, de la Fase 1 del acuerdo alcanzando entre Washington y Pekín. Este acuerdo, que llevaba varias semanas pendiente de ser rubricado, será el principio de un «comercio justo y recíproco» entre ambos países, según subrayó Trump durante su intervención antes de la firma. Según especifica el presidente estadounidense, bajo los términos de este acuerdo, China se ha comprometido a incrementar sus importaciones de bienes estadounidenses en más de 200.000 millones de dólares (179.264 millones de euros) en los próximos dos años. En concreto, Pekín importará 75.000 millones de dólares (67.224 millones de euros) adicionales en bienes manufacturados, 50.000 millones de dólares (44.816 millones de euros) en energía, 50.000 millones de dólares extra en productos agrícolas y entre 40.000 y 50.000 millones de dólares (entre 35.853 y 44.816 millones de euros) en servicios, incluyendo servicios financieros. Trump ha adelantado que durante esta primera fase del acuerdo no se modificarán los aranceles sobre importaciones chinas impuestos a lo largo de la guerra comercial con Pekín.
Con un acto solemne, el mandatario estadounidense, Donald Trump, saludó la firma de la primera parte del tratado comercial entre Estados Unidos y China. Con este pacto, explicó Trump, «arreglamos los errores del pasado y ofrecemos un futuro de justicia económica y seguridad para los empleados, agricultores y familias estadounidenses». «El mayor impacto será en el sector agrícola», enfatizó el vicepresidente de EE UU, Mike Pence, al tiempo que anunció una era de progreso y bonanza para los agricultores estadounidenses y recordó los progresos para evitar la manipulación de las divisas y la protección de la propiedad intelectual.
El acuerdo de primera fase incluye el compromiso chino de adquirir productos agrícolas estadounidenses por importe de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares (35.955 y 44.943 millones de euros), elevando el total de compras a EEUU de todas las categorías de productos en unos 200.000 millones de dólares (179.756 millones de euros) en dos años. «Es una gran oportunidad para nuestros agricultores«, defiende el secretario del tesoro estadounidense, Steven Mnuchin. «Se trata en realidad de una transacción histórica. No está absolutamente todo, pero, como he comentado, habrá una segunda fase. Aunque en esta primera hemos logrado un compromiso extenso con China en cuestiones como tecnología, agricultura, servicios financieros, compras y se ha establecido, además, un mecanismo real de cumplimiento», añade.
Esta primera fase comercial generará «crecimiento estable» y «promocionará la paz mundial y la prosperidad», según agrega el vice primer ministro chino. En 2019, la guerra comercial entre EEUU y China contribuyó a reducir un 14,6% el valor de los intercambios entre ambos países, hasta 541.223 millones de dólares (485.887 millones de euros), según los datos de la Administración Nacional de Aduanas de China.
Las exportaciones de China a EEUU cayeron un 12,5% en 2019, hasta 418.509 millones de dólares (375.720 millones de euros), mientras que las compras de productos estadounidenses bajaron un 20,9%, hasta 122.714 millones de dólares (110.155 millones de euros). De este modo, el superávit comercial de China respecto de EEUU se redujo un 8,5% en comparación con 2018, cuando había contabilizado un excedente récord, hasta 295.795 millones de dólares (265.522 millones de euros). De este modo, el superávit comercial de China respecto de EEUU se redujo un 8,5% en comparación con 2018, cuando había contabilizado un excedente récord, hasta 295.795 millones de dólares (265.522 millones de euros).