AINIA Consumer ha realizado un estudio en el que han participado más de 3.000 consumidores y en el que se han analizado los nuevos hábitos de compra y consumo durante la crisis sanitaria, así como la percepción que, en estos momentos, tienen los consumidores de este sector.
Según explica Cristina Jodar, de AINIA Consumer, no cabe duda de que los hábitos del consumidor son ahora diferentes al inicio de la pandemia y, lo que es más importante, “es posible que algunos se mantengan durante un tiempo”. Precisamente por ello, las empresas del sector agroalimentario se enfrentan a una “situación de incertidumbre” que las obligará a analizar más de cerca que nunca los comportamientos del consumidor para poder detectar sus demandas y satisfacerlas.
Pero, ¿qué opina el propio consumidor de esta industria y su actuación durante la crisis? Según el estudio realizado por AINIA Consumer, un 86% de los consumidores cree que las empresas de alimentación mantendrán la calidad de sus productos tras la pandemia, e incluso la mejorarán. En general, apunta Jodar, “no piensan que la industria vaya a aprovecharse de estas situación” y, es más, “perciben una actitud de solidaridad, inteligencia y empatía”. Lo único que echan en falta es una mayor transparencia.
Gasto en alimentación
Durante la crisis sanitaria, los consumidores han incrementado su gasto en alimentación y, lo que es más importante aún, muchos de ellos confían en que, superada esta situación, mantendrán ese gasto.
De hecho, según recoge el especial COVID-19 de El Observatorio Cetelem Estacional, con el 70% de los españoles en la fase 2 de la desescalada desde el pasado lunes, la mayoría ya ha puesto de manifiesto su intención de aumentar el gasto que piensan realizar en compras, entre ellas de alimentación.
En este sentido, y tras el éxito de la tienda de proximidad en estos meses, el 70,6% de los consumidores apunta que, para la alimentación, seguirá apostando por este canal.
¿Debe innovar la distribución?
Así lo creen desde Consum, y así lo pusieron de manifiesto durante la mesa redonda virtual organizada por el AINIA sobre las futuras líneas de trabajo de la distribución. Para la cadena de supermercados, la innovación es la salida a la crisis y, en este sentido, continuará con su plan de desarrollo de la marca propia, que contempla reformulaciones para mejorar la calidad del producto buscando la máxima eficiencia en la cadena de valor. Asimismo, aboga por aportar esa mayor transparencia que demanda el consumidor y, para ello, prevé simplificar y clarificar los datos que aparecen en el etiquetado.
Por su parte, Mercadona apuesta por reinventarse y ser creativos para no dejar de sorprender a los consumidores. En esta línea, se centrará en eliminar todo aquello que no aporte valor al producto, anteponiendo la calidad, la seguridad alimentaria y el servicio al precio.