El sector hortofrutícola nacional es el más afectado por las protestas de los llamados ‘chalecos amarillos’ en Francia, que están provocando retrasos en los envíos e incluso cancelaciones. Solo en el caso de los subtropicales, empresas del sector confirmaron esta misma semana a la revista MERCADOS que el número de pedidos ha descendido en torno a un 30%. También el sector de las berries onubense comienza a padecer esta situación; de momento, la frambuesa, un producto altamente perecedero, está siendo el más afectado y, en menor medida, el arándano, cuya campaña está aún en ciernes.
Esta situación está evidenciando la total dependencia del sector exportador nacional del transporte por carretera y poniendo de nuevo en la palestra la necesidad de transportes alternativos como el tan demandado Corredor Mediterráneo, la exportación por vía marítima o aérea.
En el caso del Corredor Mediterráneo, el pasado mes de septiembre, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, afirmó que, en 2021, estaría listo y con las obras prácticamente finalizadas entre Algeciras y Francia en ancho estándar. Sin embargo, hoy por hoy, y sin Presupuestos Generales del Estado (PGE) aún aprobados, esa afirmación queda muy en el aire.
El Corredor Mediterráneo podría suponer un revulsivo para todo el Sureste peninsular, que concentra la mayor parte de la producción hortofrutícola nacional. En este sentido, según cálculos de Proexport de 2017, solo desde la Región de Murcia parten semanalmente en torno a 2.500 camiones cargados de frutas y hortalizas con destino a Europa, una cifra que se eleva por encima de los 5.500 camiones si se suman los envíos desde Almería, Alicante y Albacete. Según las estimaciones de los exportadores murcianos, estas cifras equivaldrían al transporte de estas mercancías en 69 trenes de 750 metros a la semana desde Murcia y un total de 143 al añadir Almería, Alicante y Albacete.
¿Y el barco?
Mucho se ha hablado también en los últimos años de las posibilidades que ofrece el transporte marítimo para los productos hortofrutícolas, sin embargo, este es un medio que sigue sin ganar popularidad en el sector. De hecho, solo desde el Puerto de Almería, apenas se exportaron 6.446 toneladas de frutas y hortalizas por mar en 2017, según datos de la Autoridad Portuaria de Almería (APA); mientras que, en los siete primeros meses de este año, esa cifra se situó en 2.345 toneladas, un 23,3% menos que un año antes. Las exportaciones totales de frutas y hortalizas de Almería superaron los 2,6 millones de toneladas durante la pasada campaña.
Por último, y en lo que respecta al transporte aéreo, sus elevados costes suponen un hándicap para el sector, restándole popularidad.