En el marco de la XVIII Convención Internacional del Banano 2021, que se celebrará del 27 al 29 de octubre en la ciudad de Guayaquil, los representantes del sector bananero de Ecuador, Colombia, Guatemala, Honduras, República Dominicana y Costa Rica, han convocado a una reunión regional para ratificar su postura frente a las múltiples agresiones y perjuicios a las que se está sometiendo el sector productor y exportador de banano latinoamericano; así como ante la falta de una compensación justa y una verdadera Responsabilidad Compartida por parte de los supermercados de la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido.
Este mes de octubre comenzaron las negociaciones con las cadenas de supermercados para comprar el banano que venderán en sus estantes durante 2022. Estas negociaciones se están desarrollando en un contexto global de espiral de precios inflacionistas que afecta a los costes de producción pero que no se refleja en el precio de compra.
Todos los insumos necesarios para asegurar que el banano llegue a los estantes de consumidores europeos y norteamericanos se ha encarecido. Sin embargo, los supermercados, encabezados por el alemán ALDI no están dispuestos a compensar este aumento de los costes, algo que perjudica gravemente a los productores y exportadores bananeros que se ven obligados a soportar íntegramente el aumento de los costes.
Con la excusa de ofrecer las “bananas más baratas del mercado”, el gigante alemán fija el precio por el que se guiarán el resto de los supermercados y ninguno estará dispuesto a pagar más. Los bananeros latinoamericanos reciben ofertas irrisorias por caja de banano, que lleva más de dos décadas sin subir de precio a diferencia de otras frutas, porque supermercados como ALDI se aprovechan de la naturaleza intrínseca del sector.
Un sector de pequeños y medianos productores, de economías familiares y de una importancia crucial para las comunidades rurales de países latinoamericanos que aceptan las duras condiciones por no poder negociar. Esta tipología de empresas, que lleva años adaptándose a una legislación medioambiental cambiante y cada vez más exigente que, ven ahora que sus esfuerzos son menospreciados.
Por ello, el sector exportador de banano de Latinoamérica insta a la Responsabilidad Compartida entre todos los agentes de la cadena de suministro – desde el productor al consumidor final pasando por los supermercados y otros intermediarios – que se convierte en un primer y eficiente mecanismo para asegurar la sostenibilidad de la industria bananera global.
Los principales compradores de banano a nivel mundial son supermercados de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos y, los consumidores de estos países consumen banano en mayores cantidades que cualquier otra fruta pese a producirse fuera de sus territorios.
Para los productores que ALDI siga queriendo ofrecer un banano barato a consumidores europeos es insostenible en el medio plazo. No se puede ofertar un producto con altos niveles de calidad, a un precio que no ha variado en dos décadas con unos costes de producción al alza. La Responsabilidad Compartida busca dar soluciones a esta problemática y que todos los agentes contribuyan a la supervivencia del sector, puesto que los sacrificios no pueden provenir únicamente de una parte.