«Los agricultores creen que el control biológico es la mejor solución frente al Parvispinus»
La provincia de Almería se enfrenta a un desafío agrícola de importancia: el Thrips Parvispinus, una plaga que amenaza los cultivos de pimiento. Julián Giner Alegría, director técnico de Koppert en Almería, nos recibe en las instalaciones de la compañía para profundizar y desvelar todas la claves sobre la identificación de la plaga, sus daños y las estrategias de control.
Comparte
Identificación de la plaga
El Thrips parvispinus se distingue visualmente por los daños que causa en las plantas de pimiento. Julián Giner Alegría, director Técnico de Koppert en Almería, señala que, aunque a primera vista los daños podrían confundirse con los de la araña blanca, hay diferencias clave. La plaga deja heridas en la planta que detienen su crecimiento, y a nivel de los frutos, se observa necrosidad en sépalos y tejidos que simulan una “cremallera”. La identificación taxonómica se centra en las hembras adultas, que presentan colores negro, blanco y amarillo.
Extensión y daños en Almería
La presencia del Thrips parvispinus se ha generalizado en toda la provincia, afectando no solo a Almería, sino también a regiones vecinas como Murcia y Granada. Los daños se estiman en un rango del 20-30%, con pérdidas específicas situadas entre el 2-3%. Estos datos resaltan la urgencia de abordar eficazmente la situación para proteger los cultivos y asegurar la producción agrícola.
Estrategia
Giner Alegría destaca la importancia de la prevención y el control biológico como las herramientas más efectivas en la lucha contra el Thrips parvispinus. Antes de plantar, recomienda tratamientos correctivos con productos de contacto y glucosa, especialmente en presencia de larvas gregarias. Además, sugiere la liberación de Orius laevigatus, una fauna auxiliar que puede ayudar a controlar la población de thrips.
Otra estrategia crucial es inducir la floración de las plantas antes de soltar adultos de Orius y Amblyseius. La desfoliación de las plantas y el uso de trampas cromáticas en las ventilaciones a una altura de un metro del suelo, junto a la planta, son medidas adicionales para el control localizado de la plaga.
El comportamiento del Thrips parvispinus está vinculado a la temperatura. A mayor calor, se observa un aumento en la actividad de la plaga, y se recomienda un aporte constante de Orius para contrarrestar su desarrollo. Giner Alegría subraya la falta de un producto que controle la plaga al 100%, destacando la importancia de una combinación de métodos biológicos y químicos.
Giner Alegría propone un enfoque integral, donde se combinen diferentes sueltas en función del estado de la planta. Centrándose en el Orius de manera focalizada, ya que este tiende a ir hacia la parte superior de la planta, mientras que el Parvispinus lo hace hacia la zona inferior. El citado uso de trampas cromáticas y la colocación de mallas en las aberturas laterales de los invernaderos como medidas preventivas.
Desafíos y colaboración
La plaga, aunque se encuentra en un momento de daño extremo, y está más extendida que el año pasado, tendrá menos incidencia “los agricultores se han dado cuenta de que el control biológico es la mejor solución”, añade Giner Alegría. La colaboración entre productores, el uso efectivo de fauna auxiliar como Orius, que recomienda Koppert, y la continua búsqueda de estrategias sostenibles se convierten en la clave para minimizar los impactos.