Han sido las primeras heladas, han batido récords, y han hecho daño, sobre todo en los cultivos de hortalizas del Valle del Guadalentín, pese a que las temperaturas más extremas han sido en la comarca del Altiplano y el Noroeste. Hace 23 años que no se producía un récord de una temperatura mínima en la Región, y ha ocurrido en El Chaparral, Cehegín, donde los termómetros bajaron hasta los 10ºC.
El frío se ha hecho de rogar pero, con el comienzo de diciembre, ha entrado de golpe, impulsado por la falta de nubes, por no haber viento y por la entrada de una masa de aire del Ártico. Y seguirán así los próximos días, pero sin bajar tanto.
Este año la Región registró en la madrugada del lunes al martes su valor de temperatura mínimo en el mes de diciembre desde 1994, según informa la Unidad Meteorológica (UNIMET) del Servicio de Emergencias del Noroeste de la Región de Murcia. Los termómetros de Cehegín marcaron los -9,2 grados, por debajo de los -8,9 grados registrados el 17 de diciembre de 2010.
En algunas zonas se produjeron mínimas poco habituales en la Región, que incluso fueron más bajas que en localidades albaceteñas limítrofes, como Tobarra o Hellín, más acostumbradas a estos grados, según explicó ayer Juan Esteban Palenzuela, delegado en la Región de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
«El viento hace que no bajen tanto las temperaturas, pero estas dos últimas madrugadas en el Altiplano no soplaba nada; y también ha sido extraordinario el que estas bajas temperaturas se hayan mantenido muchas horas, lo que ha provocado que las heladas hayan sido más dañinas», añadió.
En Yecla, el martes se registraron -6,3ºC, -6,5ºC en Jumilla y en Los Royos (Caravaca), -4,6ºC en Fuentes del Marqués (Caravaca), -3,7ºC en Cieza, y -3,6ºC en Calasparra.
Por lo que respecta a la previsión para los próximos días, Palenzuela indicó que aunque seguirá la misma masa de aire frío, las temperaturas mínimas no bajarán tanto y las máximas subirán «de forma mantenida».
«Las más bajas rondarán los -2 -3ºC, y no está previsto que alcancen -4ºC, que es cuando se emite la alerta por heladas», apuntó el delegado. Los cielos estarán despejados.
El viernes entrará un nuevo frente que traerá más nubosidad a la Región y no se descarta que se produzca alguna precipitación, aunque muy aislada. Las temperaturas mínimas no cambiarán pero sí subirán algo las máximas.
El sábado, la entrada del viento más fuerte, que puede provocar rachas importantes en las zonas altas de la Comunidad, hará que se invierta el comportamiento de los termómetros: las mínimas subirán y bajarán las máximas.
De nuevo, cambio el domingo, día en el que al amainar el viento subirán las máximas y bajarán las mínimas. Seguirá sin haber nubosidad.
Luces y sombras en el campo
Las temperaturas extremas se han dado sobre todo en zonas donde existen cultivos leñosos que soportan bien las bajas temperaturas en el invierno. Sólo aquellas parcelas en las que había plantadas hortalizas han perdido la cosecha.
«Otras zonas de hortícolas se han podido ver dañadas, en un primer momento sin mucha incidencia, salvo quizás en zonas del término municipal de Lorca», explican fuentes de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca.
Sobre todo alcachofa con un 2-3% de daño de la producción total en zonas que alcanzaran -2ºC y algunas que pueden llegar a un 5-10% con menor temperatura, añaden las mismas fuentes.
También puede haber otras zonas, pequeñas, que hayan sufrido algún daño, como en el Campo de Cartagena.
«Esto es un primer análisis ya que los técnicos están valorando todo en este momento, por lo que tendremos datos más precisos más adelante», concluyeron desde Agricultura.
La organización agraria Coag, que también está valorando los daños, ha constatado que ha habido pérdida total de la producción en parcelas puntuales del Valle del Guadalentín (Lorca, Alhama, Totana) de lechugas, habas y alcachofas; y en la zona del Mirador de Campo de Cartagena los calabacines que no estaban bajo cubierto de invernaderos se han perdido.
La valoración de daños se conocerá en unos cinco o seis días, según el presidente de Coag en la Región, Miguel Padilla «ya que todo depende del tiempo que haga en las próximas jornadas». Si continúan las heladas, «los daños serán más cuantiosos», informa Paco Gómez.
Algunos agricultores ya tienen claro que han perdido la cosecha y que tendrán que esperar hasta el próximo mes de marzo para ver crecer algo. «Sin agua, y ahora esto», lamentaron.
El brócoli, una de las producciones más abundantes en el Valle del Guadalentín, es el producto que mejor soporta este tipo de heladas «ya que necesita temperaturas más bajas de forma continuada para que se pueda ver afectado», según Padilla.
Fuente: Laopiniondemurcia.es